9 de agosto de 2012

REZAMOS POR TÍ, QUERIDA Y APRECIADA PILI PARA QUE EL SEÑOR TE CONCEDA LA SALUD



¡Oh Señor!, que infundiste en tu Siervo José Gregorio Hernández la constancia en la virtud, la pureza en sus acciones y un gran amor a ti y a tu Santísima Madre y al prójimo, dígnate glorificarlo en tu Iglesia y haz que yo, imitando sus virtudes, me asemeje más a ti.
Concédeme, por los méritos de tu pasión y muerte la gracia que te imploro.
(LA SALUD DE TU HIJA, AMIGA Y HERMANA, PILI BERRIO).
¡Oh, Virgen de Coromoto! obtén del Altísimo en favor de tus fieles que tan tiernamente te aman, la insigne gracia de la pronta exaltación a los altares de tu devoto José Gregorio Hernández, que tan filialmente te amó a lo largo de toda su vida.
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.

CAMINANDO DESDE LA FE


El gozo de la peregrinación cristiana es prolongación de la alegría del peregrino piadoso de Israel: "Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor" (Sal 122,1); es alivio por la ruptura de la monotonía diaria, desde la perspectiva de algo diverso; es aligeramiento del peso de la vida que para muchos, sobre todo para los pobres, es un fardo pesado; es ocasión para expresar la fraternidad cristiana, para dar lugar a momentos de convivencia y de amistad, para mostrar la espontaneidad, que con frecuencia está reprimida.