14 de diciembre de 2013

NOVENA DE NAVIDAD...DÍAS DE NAVIDAD

NOVENA PARA PREPARARNOS A LA NAVIDAD
DÍAS DE NAVIDAD

 


Al prepararnos para la Navidad con esta novena, tengamos presente la necesidad de fortalecer las relaciones familiares y comunitarias con vecinos, amigos y compañeros de trabajo. Descubramos en la reunión de cada uno de estos nueve días, el mensaje concreto que el Señor nos da desde su Palabra que es “viva y eficaz”.
Con la certeza que nos concede la fe, preparémonos con optimismo para recibir el nuevo año y vivir con mayor plenitud el amor de Dios. Esforcémonos para que ese amor se haga palpable en cada uno de nuestros gestos, compromisos y acciones hacia los demás. Sólo, en esa medida, podremos entender el valor de la "solidaridad", tan necesario para derribar los muros de injusticia, guerra y muerte, odio y rencor, que están muy cerca de nosotros hoy.
Que el gozo de la Navidad nos invite a reflexionar y a buscar nuevas maneras de ser solidarios, para continuar en el año venidero participando con entusiasmo en la construcción de una sociedad más fraterna.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Dios de infinita bondad y caridad que nos has amado tanto, que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que encarnado y hecho nuestro hermano en las entrañas de la Virgen María, naciera en un pesebre para nuestra salvación. Te damos gracias por tan inmenso beneficio. En retorno te ofrecemos, Señor, nuestra esperanza y deseo sincero de vivir solidariamente nuestras relaciones en la familia y la comunidad.
Señor, queremos crecer juntos como hermanos; por eso te pedimos que nos ayudes a mantenernos unidos en el amor en todos los momentos de nuestra vida. Te pedimos que esta Navidad, fiesta de paz y de alegría, sea para nosotros un estímulo que nos muestre la importancia de trabajar en la tarea de la nueva evangelización que nosotros y el mundo entero necesita. Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ
¡Oh! José, hombre justo, esposo fiel de María y padre adoptivo de Jesús, a ti, a quien Dios colocó como custodio del hogar de Nazareth, te pedimos que vengas a nuestros hogares para enseñarnos a vivir solidariamente. Queremos celebrar la Navidad compartiendo la esperanza de una Venezuela en la que podamos vivir como hermanos, brindándonos apoyo especialmente en los momentos de mayor dificultad.
San José, patrono de nuestra Diócesis de Puerto Cabello, guía nuestros pasos por los caminos del mundo para anunciar a Cristo con nuestra propia vida, orientando nuestra peregrinación terrena hacia la Casa del Padre. Amén.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN
¡Oh! María, Madre nuestra, que por tus virtudes y especialmente por tu humildad fuiste escogida como Madre de Jesús, te pedimos que prepares nuestros corazones para que tu Hijo pueda nacer entre nosotros.
Que en esta Navidad, uniendo nuestro esfuerzo al de los demás podamos ser instrumentos de paz y reconciliación promoviendo la justicia y la solidaridad, especialmente, entre aquellos que más lo necesitan. Te invitamos María para que acompañes nuestro caminar en este proceso de nueva evangelización con que la Iglesia busca la construcción de una sociedad más fraterna, justa y solidaria. Amén.

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS
Jesús, Navidad es la celebración de tu encarnación en medio de nosotros; es la presencia gozosa de tu amor en nuestra familia y en nuestra comunidad. Navidad es la certeza de que el Dios del cielo y de la tierra es nuestro Padre, porque Tú, Divino Niño, eres nuestro hermano.
Ayúdanos a comprender que, a través tuyo, Dios nos invita a vivir la fraternidad practicando el respeto, la justicia y la solidaridad. Haz que podamos vencer todo aquello que nos impide vivir como hermanos. Danos la sencillez de los niños para asumir nuestro compromiso en la construcción de tu Iglesia promoviendo y asumiendo los valores que ella nos propone para que, de este modo, como comunidad, podamos celebrar con alegría tu nacimiento. Amén.

-         Lunes 16 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsable: Legión de María/Familia Lampe.
·       6:15 am: Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.



-         Martes 17 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsable: Catequistas-Infancia Misionera/Familia Guzmán – Davoin
·       6:15 am Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.




  -         Miércoles 18 de diciembre

·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsable: Anim. Bíblica/Familia Molina – Blanco
·       6:15 am Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.

-         Jueves 19 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Familia Hoyer Pelayo-Meza-Fuentes
·       6:15 am: Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.

-         Viernes 20 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Familias Rojas/Farías/Naranjo/Pineda/Barradas
·       6:15 am Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.

-         Sábado 21 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Familia Parra – Gutiérrez – Martí – Gómez.
·       6:15 am Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.

-         Domingo 22 de diciembre, IV Domingo de Adviento
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Familia Sánchez – Brito.
·       6:15am: Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.
·       8:00 am: Santa Misa del IV Domingo de adviento en Cristo Rey.

-         Lunes 23 de diciembre
·       5:00 am: Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Apost. de Fátima/Familia Encinoza.
·       6:15 am: Misa de Aguinaldo en San Vicente Ferrer.

-         Martes 24 de diciembre
·       5:00 am Misa de Aguinaldo en Cristo Rey.
·       Responsables: Familia Barrios – Silva – Millán.

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
·       6:00 pm Misa Vespertina de Natividad en San Vicente Ferrer.
·        8:00 pm Misa de la Vigilia de la Natividad del Señor en Cristo Rey.
·       Responsables: Todos los grupos de apostolado.



-         Miércoles 25 de diciembre
·       5:00 pm SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. EN CRISTO REY

-         Jueves 26: Fiesta de San Esteban, Mártir.
·       5:00 pm: exposición del Santísimo.
·       6:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.

-         Sábado 28: Fiesta de los Santos Inocentes.
·       9:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
·       Compartir para los niños y entrega de cotillones.

-         Domingo 29: Sagrada Familia de Nazaret
·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey-Colinas de Mara.
·       11:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer-Alpargatón.

-         Lunes 30: limpieza del templo.
·       8:00 am.

-         Martes 31: FIN DE AÑO. VISPERAS DE  LA SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA MADRE DE DIOS.
·       6:00 pm: Santa Misa en San Vicente
·       Desde las 7:00 pm. Exposición del Santísimo en Cristo Rey para dar gracias a Dios Por el año que termina y por el nuevo año 2014.
·       8:00 pm. Santa Misa en Cristo Rey.

2014
ENERO
-         Miércoles 01: Año nuevo. Octava De Navidad. Solemnidad De Santa María Madre De Dios. Jornada Mundial De La Paz.

·       5:00 pm: Exposición del Santísimo
·       6:00 pm: Santa Misa Cristo Rey.

-         Jueves 02: Santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, obispos y doctores.
·       5:00 pm: Exposición del Santísimo
·       6:00 pm: Santa Misa

-         Sábado 04: Feria en Tiempo de Navidad
·       7:30 am: Santa Misa en Cristo Rey-Colinas de Mara.

-         Domingo 05: II Domingo después de Navidad. Solemnidad de la Epifanía del Señor.

·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey-Colinas de Mara.
·       11:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer-Alpargatón.

-         Martes 07: San Raimundo de Peñafort, sacerdote.
·       5:00 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer- Alpargatón.

-         Miércoles 08: Feria después de Epifanía.
·       6:00 pm: Santa Misa.

-         Jueves 09: Feria después de Epifanía
·       5:00 pm: Exposición del Santísimo
·       6:00 pm: Santa Misa.

-         Sábado 11: Feria después de Epifanía
·       7:30 am: Santa Misa.
·       8:00 am: Convivencia para todos los grupos de apostolado.

-         Domingo 12: BAUTISMO DEL SEÑOR [S].

·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey-Colinas de Mara.
·       11:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer-Alpargatón.
FINALIZA EL TIEMPO DE NAVIDAD

10 de diciembre de 2013

Celebración de la Misa en el hospital Dr. Adolfo Prince Lara, Santa Misa por los Niños hospitalizado,

Martes 10, II semana de Adviento.
Jesús nos pide salir hoy al encuentro del que sufre, del que está solo o enfermo, de quien no encuentra a Dios.
Día del Niño hospitalizado
Hospital Dr. Adolfo Prince Lara

Aunque no es fácil hacernos una idea de lo que supondría para un pastor perder a una de sus ovejas, podríamos hacer un esfuerzo y teniendo en cuenta, sobre todo, que hablamos del “BUEN” pastor. Y buen pastor es aquel que defiende a las suyas de los peligros, que las cuida y se sacrifica por ellas. Todos podemos ponernos en “la piel” de quien sale al encuentro de un necesitado, de quien no se queda indiferente ante la desgracia ajena...


        Saludos con gozo a todos los que trabajan en este centro de salud Hospital Dr. Adolfo Prince Lara: médicos, especialistas, enfermeras, estudiantes de medicina, pero con mayor particularidad a los niños que por diversas razones se encuentra aquí en las áreas hospitalarias, a quienes les queremos dibujar diariamente una sonrisa. Esta celebración quiere ser “un signo de particular afecto y cercanía” para los niños y sus padres “probados por la enfermedad y el dolor, que deben afrontar estas difíciles circunstancias de la vida, en la medida de lo posible, en un clima rico en humanidad y delicadeza”.






“Que la vida no me sea indiferente”... es parte del estribillo de una canción. En el fondo se trata de la denuncia de una actitud común entre quienes hacemos de nuestro ambiente social algo así como un compartimento estanco, en donde el interés real y la solidaridad por los demás queda ahogado por el anonimato. Vivimos rodeados de gente y, al mismo tiempo, somos unos extraños para la inmensa mayoría. Jamás en la historia ha habido aglomeraciones humanas como hoy en día, y sin embargo, en ningún tiempo como hoy se sufre tanta soledad y abandono. Los que padecen más duramente son los más indefensos: los niños y los ancianos. En su discurso ante una delegación del Instituto Dignitatis Humana el día 07, el Santo Padre Francisco, ha denunciado que “en nuestra época, rica de tantas conquistas y esperanzas, no faltan poderes y fuerzas que terminan por producir una cultura del descarte, que tiende a convertirse en mentalidad común” (…) Las victimas de esa cultura son precisamente los seres humanos más débiles y frágiles – los niños por nacer, los más pobres, los viejos enfermos, los inválidos graves… –, que corren el riesgo de ser ‘descartados’, expulsados por un engranaje que debe ser eficiente a todo precio". La causa de “este falso modelo de hombre y de sociedad”, es "un ateísmo práctico" que niega la Palabra de Dios. Los cristianos, si lo somos de verdad, no podemos permanecer indiferentes ante estos problemas.

Qué belleza poseemos en las plegarias eucarísticas cuando se rezan pro variis necessitatibus (para diversas necesidades), descubrimos hermosuras como estas, que nos invitan a no permanecer indiferentes: “Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido” (PEVb). 

Él manifiesta su amor para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y los pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; como un padre siente ternura por sus hijos, así tú sientes ternura por tus fieles” (PEVc).

La Iglesia reconoce en los enfermos “una presencia especial de Cristo sufriente”. Son las palabras del papa Francisco en su mensaje para la XXII Jornada Mundial del Enfermo sobre el tema “La fe y la caridad: también nosotros debemos dar la vida por los hermanos” para el 2014, ahí el Pontífice habla de esperanza, “porque en el plan de amor de Dios, incluso en la noche del dolor se abre la luz de la Pascua”, y de coraje “para hacer frente a cualquier adversidad en su compañía, unidos a Él”.

La enfermedad, llevada por Dios, es un medio de santificación, de apostolado y de participación en la Cruz del Señor. El dolor puede ser un medio del que Dios se quiere valer para purificar las imperfecciones, para ejercitar y fortalecer las virtudes, y una oportunidad especial para poder unirnos a los padecimientos de Cristo que, siendo inocente, llevó sobre sí el castigo que merecían nuestros pecados (1Pe. 2, 24; 1Jn. 3, 5). Los padecimientos físicos o morales, ofrecidos a Dios y convertidos en camino de santidad, no dejarán por esto de ser menos reales, llevan consigo una especial paz y alegría. Uno comprende entonces cómo, en la enfermedad, Dios está presente.

Caben aquí unas palabras de aquella niña de 12 años, que leí del Libro del presbítero José L. Nunes G, que lleva por título: “Rosalba, un rostro de Cristo hoy”, donde trata sobre la vida de una hermosísima niña tan llena de santidad, quien padecía una fuerte enfermedad que inició por su rodilla a causa de un tumor, pero que llegó a comprender la trascendencia sobrenatural de su enfermedad: “yo digo que Dios mandó mi enfermedad por algo ¿verdad?; yo soy como un instrumento de Él para llevar la Salvación, para yo decirle ‘Dios existe’ a las personas. Él hizo su obra en mí. Eso es lo que yo le quiero dar a entender a las personas…” Para quien cree en Cristo, las penas y los dolores de la vida presente son signos de gracia y no de desgracia, son pruebas de la infinita benevolencia de Dios, que desarrolla aquel designio de amor, según el cual, como dice Jesús, el sarmiento que dé fruto, el Padre lo podará, para que dé más fruto (Jn. 15, 2).  Siguiendo el camino de Cristo, que se entregó por amor, también nosotros “podemos amar a los demás como Dios nos ha amado, dando la vida por nuestros hermanos". Además, “la fe en Dios bueno se convierte en la bondad, la fe en Cristo crucificado se convierte en fuerza de amar hasta el final e incluso a nuestros enemigos”.
Dios no ha venido a eliminar nuestro dolor, sino a llenarlo con su presencia”. Dios es Amor, así que “donde hay Amor allí está el Señor”. Por eso, Dios no está ausente en nuestro dolor o enfermedad, sino más cerca que nunca, si somos capaces de vivirlos con Amor. Y, por esto, aun en lo más malo de la enfermedad, podemos dar gracias a Dios por su amor y por tantas personas y cosas buenas. Porque con los ojos de la fe descubrimos a Dios – Amor presente en nuestras familias y amigos que nos cuidan y apoyan incondicionalmente, en todos los que nos animan y apoyan, en los que rezan por nosotros aun sin conocernos personalmente, en el abrir nuestro corazón a todo lo bueno de la vida y a todos los que sufren, en el deseo de luchar por un mundo mejor…, en los que junto a Dios piden por nosotros y nos recuerdan que “somos ciudadanos del Cielo”. Un Dios – Amor realmente presente en todo lo bueno que supone esta gran experiencia humana y cristiana de una enfermedad, intentándola vivir desde la fe y el Amor.

Acercándonos con ternura “a aquellos que están necesitados de atención llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en las contradicciones del mundo”. Una generosa entrega a los demás que se convierte en el estilo de nuestras acciones.
¿Qué nos pide Jesús en este tiempo? Salir hoy al encuentro del que sufre, del que está solo o enfermo, de quien no encuentra a Dios o ha perdido la esperanza de vivir. Se requiere: generosidad, sacrificio, pero más que todo ello, se requiere tener un corazón grande. Todo cristiano vive unido a los demás. No se puede aislar del resto. Los males de uno, son también los míos. Somos un cuerpo vivo y por ello todo lo que ocurre me afecta a mí como una parte de él. ¡Qué difícil, pero qué hermoso sería dejar por un momento lo propio, los intereses personales, para ir al encuentro, en búsqueda del hermano, en nombre de Dios!

María es el modelo cristiano “para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa y delicada”. “La Santísima Virgen, madre de los enfermos y de los que sufren, permanece “al lado de nuestras cruces y nos acompaña en el camino hacia la resurrección y la vida plena”. Aprendamos de ella, Mujer del Adviento, a vivir los gestos cotidianos con un espíritu nuevo, con el sentimiento de una espera profunda, que sólo la venida de Dios puede colmar.