7 de mayo de 2014

“El que persevere hasta el final se salvara…”

CÓMO LO VIVEN EN EL DÍA A DÍA
“El que persevere hasta el final se salvara…”



Siempre que una pareja se te acercan diciéndote que se quieren casa, hay un añadido típico: “¡para que usted nos case padre!”. Inmediatamente replico: ¡Dios me libre! Y me persigno, con un tono jocoso, pero sano, ya que yo como sacerdote NO CASO a nadie, ASISTO como TESTIGO CUALIFICADO al sacramento del matrimonio.
La perseverancia en la vida matrimonial es diaria, por eso acota el señor: “el que persevere hasta el final se salvará” (Mt. 10, 17 ss). Ahora ¿Por qué fracasa un matrimonio? O ¿dónde queda aquello de: Yo, NN, te recibo a ti, NN, como esposa - esposo y me entrego a ti y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida? Esta es una de las cosas que más rápido se olvida: el COMPROMISO delante de Dios y hermanos. 
El día de su boda estaban juntos, unidos frente al Señor, en su amor, para luchar hasta el final. ¿Por qué se enfriaron? ¿Dónde quedó la obediencia prometida? Seguro se ahogó, se apagó la llama del amor. Faltó sinceridad. Hubo soberbia, orgullo, infidelidad, adulterio.
Estas breves palabras introductorias, simplemente la quise compartir para recordar lo que siempre digo a los futuros esposos el día de su sacramento matrimonial, sobre todo algunos consejos finales, que cuando comienzan a aparecer ¡Peligro! Hay que usar el termómetro para saber si hay fiebre o no el matrimonio. Y estoy convencido que todo ocurre porque no se soluciona el problema a tiempo y dejamos pasar las cosa.
Espero sirvan para que los esposos vivan con mayor AUTENTICIDAD y  FIDELIDAD su Matrimonio. Y si alguno a errado, el Señor nos da la medicina en la Confesión ofreciendo su perdón. Rezo por todos los matrimonios para que sean SANTOS:

««Queridos N y N: Por fin ha llegado el momento que con tanta ilusión ha, deseado y preparado desde hace tiempo. Y han llegado hasta aquí, acompañados de la gente que más los quiere, sus padres, a quien quiero saludar con afecto sus hermanos y hermanas, demás familiares y amigos, en este día tan grande para ustedes, el más importante de su vida hasta hoy.
Vienen ante el altar del Señor a contraer santo matrimonio: como lo ha llamado la Iglesia desde el principio a aquella íntima comunidad de vida y amor conyugal, basada sobre la alianza del varón y de la mujer que dejan a su padre y a su madre, a sus familiares, amigos, en una palabra, a su marco anterior de vida y relación habitual, para formar una sola carne. En el fondo de su decisión libre y personalmente adoptada está y late un COMPROMISO, un compromiso de amor: se aman y se quieren amar para siempre, y por ello desean entregarse el uno al otro plena e incondicionalmente hasta que la muerte los separe. Donación es la palabra y experiencia clave para comprender el misterio del amor, que actúa de forma propia y única en el matrimonio: también en el de ustedes N y N. Quieren hacerse donación de todo lo que son y tienen el uno al otro: de sus personas, de su cuerpo y de su alma, de su corazón, con una gratuidad y generosidad tales que, de su mutua donación, surja el don de nuevas vidas, el don de los hijos.
Así es el amor conyugal auténtico, cuando se le deja desplegarse y manifestarse en sus más ricas posibilidades y tendencias propias: un amor dispuesto a darse hasta la expropiación, a favor del hijo, de los hijos, fruto de sus entrañas. Por este amor gratuito y fecundo se han decidido o, por usar una forma de hablar juvenil, han apostado definitivamente hoy, en el día solemne y gozoso de su boda. En su interior se han sentido fascinados y atraídos, sin duda, por el secreto de ese amor que san Pablo describirá con una tersura más que humana, ¡divina!: «El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no presume ni se engríe; no es mal educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas del mal; no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, aguanta sin límites. El amor no pasa nunca» (1Cor. 13). 
¿Será éste un ideal imposible para el hombre? ¿Y más imposible todavía en la realización diaria de la vida matrimonial y familiar? No para Dios, ni para los que se acogen a Él, como lo hacen ustedes en esta tarde gozosa: gozosa para ustedes mismos, sus familiares y amigos, gozosa para mí, que me han brindado su confianza para acompañarlos en esta tarde. «La gloria de Dios es que el hombre viva, y la vida del hombre es la visión de Dios», (decía bella e inimitablemente San Ireneo Adversus Haereses IV, 20, 7). Los intentos de frustrar la creación que el hombre protagonizó desde el principio, y protagoniza constantemente por el pecado, que tan negativamente afectaron al matrimonio y a la familia, fueron superados por el Amor más grande de Dios: el del Padre que envía al Hijo para que tome carne en el seno de la Virgen María, se haga uno de nosotros menos en el pecado, asuma nuestro destino hasta la muerte y una muerte de cruz, como una oblación de amor misericordioso, que triunfará en la Resurrección y se derramará por el envío del Espíritu Santo –la Persona-Amor en el misterio de la Santísima Trinidad–, a través de la Iglesia, al mundo.
Hoy vienen ante el altar, es porque alguien los ha llamado previamente. Sí. Ese alguien es Dios mismo. Y ustedes, de una manera totalmente libre y voluntaria, han respondido que SÍ a esta vocación. El matrimonio cristiano es una vocación porque es, por excelencia, un “misterio” de amor (Ef. 5). ¿Qué es la vocación del amor? Haber descubierto, llenos de asombro, que hemos sido amados por Dios antes de nada. Él se nos adelanta siempre. Y de una manera absoluta, sin condiciones ni límites. ¿Cómo es ese amor de Dios? Es el amor del Padre, manifestado por Cristo. La roca donde debe estar cimentado su amor, su matrimonio.
1) Es un amor creador. Fuimos creados en un acto de amor. Esa es la primera llamada, la VIDA. Sin ella todo lo demás es nada. Es, por tanto, un amor fecundo, dinámico, abierto... como todo lo vivo, que vive y hace vivir, generando crecimiento a su alrededor.
2) Es un amor fiel, en el sentido de que permanece, no es “para un tiempo” hasta ver qué pasa, porque es un amor basado en la verdad; se nos pide, pero hoy a ustedes se les pide: FIDELIDAD, que tenemos que vivir en la lucha de cada día.
3) Es un amor único, personal, libre y liberador, original, pues para cada uno tiene Dios un camino nuevo. La tercera llamada es la RESPONSABILIDAD personal. Es decir, a dar respuesta concreta y libre a lo que Dios me da y me pide. “A través de un acto de amor libre y fiel, los esposos cristianos testimonian que el matrimonio, en cuanto sacramento, es la base sobre la que se funda la familia y hace más sólida la unión de los cónyuges y su recíproco donarse…. el matrimonio es como si fuese un primer sacramento de lo humano, donde la persona se descubre a sí misma, se auto-comprende en relación con los otros y en relación al amor que es capaz de recibir y de dar. El amor esponsal y familiar revela la vocación de la persona a amar en un modo único y para siempre, y que las pruebas, los sacrificio y las crisis de la pareja como de la misma familia representan los pasajes para crecer en el bien, en la verdad y en la belleza” (papa. Francisco).
4) Y, por último es un amor misericordioso, que perdona, que tiene detalles de ternura, que no es sentimentalismo sino voluntad de querer amar sin reservas. Escuchamos aquí la llamada de Jesús a amar como Él nos amó, hasta el final; la llamada a la ENTREGA total, sin condiciones.El sacramento del matrimonio es renovado en este acto de paz después de una discusión, un malentendido, una envida escondida, también un pecado. Hacer la paz que da unidad a la familia”. Hay que decírselo a las parejas jóvenes, que no es un camino fácil pero que es bonito seguir este camino (Papa Francisco).
¡No tengan miedo! ¡Ábranse al amor de Dios Padre y déjense guiar por su mano providente –por su Ángel–, como lo hicieron Tobías y Sara! Confiaron en Rafael, el compañero del camino, fiel y desinteresado como nadie, misterioso y luminoso a la vez. Sus consejos y orientaciones conectaban con las aspiraciones más nobles y más generosas de los jóvenes esposos, y de sus familias, al contraer matrimonio. El plan de Dios sobre sus vidas se revelaba como un don inefable que les permitía llenarlas de un sentido definitivo –el de la fecundidad y de la felicidad–, a través de su matrimonio, inspirado en la ley del Señor y en su Alianza con el pueblo elegido.
¡Ábranse y confíen, sobre todo, al amor de Jesucristo, Nuestro Señor y Salvador! Es el invitado invisible, pero el más grande e insustituible en la celebración de todo matrimonio cristiano, como es el de ustedes. Viene y actúa como en la Boda de Caná de Galilea que nos narra san Juan en su evangelio. Acompañado de sus discípulos, pero, sobre todo, de su Madre, se hace presente como un amigo excepcional –¡el amigo por excelencia!–, el que saca del apuro a los novios –¡de verdad!–, convirtiendo el agua de las seis enormes tinajas, preparadas por los sirvientes, gracias a la indicación finamente maternal de María, en vino generoso y bueno con el que se garantiza y enriquece la alegría y la fiesta del banquete nupcial. ¡Todo un gesto de exquisita benevolencia, divino y humano a la vez, que adelanta simbólicamente lo que significa y opera la presencia de Cristo en el acontecimiento de todo matrimonio cristiano, en el ustedes también. Él los llenará el corazón de la certeza interior de que la gracia y el amor suyo, y la cercanía de su Madre santísima y tiernísima, los harán comprender y vivir la grandeza y la belleza insuperable del amor esponsal, vivido a la luz y con la fuerza del Evangelio: como el amor que los une para siempre, indisoluble y fecundo, rico en frutos de nuevas y maravillosas vidas, las de sus hijos. Jesús quiere darles todo lo que necesitan, cada día, para tener un matrimonio bello.
¡Mantengan la amistad con Él a lo largo de toda su vida matrimonial y familiar! ¡Cuiden la oración personal! ¡Participen en la oración de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía dominical donde Cristo transforme en vino nuevo el agua de su existencia! Les servirá de una gran ayuda en los momentos más difíciles y en las horas más felices con los que se irá enhebrando la trayectoria cotidiana de sus vidas de esposos y de padres de sus hijos. Y abran los afanes compartidos de su matrimonio y las puertas de hogar al dolor y a las necesidades de los más indigentes y débiles de nuestra sociedad.
Contraen matrimonio, queridos N y N, delante de Dios y de los hombres. El matrimonio y la familia aportan siempre un inestimable e imprescindible servicio para el bien de la sociedad y del hombre en general ¡No tengan miedo tampoco ante estas exigencias extraordinarias, que se les advienen a su vocación de esposos y familia cristiana, por la responsabilidad que les toca asumir como matrimonio y familia! También en esta difícil y costosa tarea experimentaran la victoria del amor de Cristo y de su Iglesia. No están solos en su camino. «Amor saca amor», decía santa Teresa de Jesús, refiriéndose a las muestras de amor de Jesucristo dadas a los hombres y a la respuesta que suscita en los buenos corazones. Es regla de oro que ha de seguirse si se quiere que prospere y dé fruto abundante de bien, de felicidad y de paz cualquier proyecto de vida matrimonial y familiar cristiano. Su amor matrimonial, sellado hoy ante Dios y ante los hombres, como un sacramento, inserto en el marco litúrgico del santísimo sacramento de la Eucaristía, origen y culmen de toda la vida cristiana, está llamado y destinado a sacar amor en su familia, a ser instrumento de la civilización del amor.
Hoy Dios los llama a un gran sacramento. Un sacramento es un signo externo de una realidad invisible, espiritual. En el caso del matrimonio, Uds. mismos son el sacramento. N, tú eres signo de una realidad hermosa: La Iglesia, purificada de toda mancha por el amor de Jesús. ¿Y que de ti, N? Quizás estas temblando un poco hoy. Es normal. Hay un buen motivo. Tú tienes que representar a Jesús mismo para tu señora y tu familia. Como Jesús derramó su vida para su novia, la Iglesia, hasta la última gota de su Sangre, tú tienes que dar tu vida para tu novia y tu familia.
En el siglo IV, San Juan Crisóstomo, hizo una linda sugerencia. Dijo que los esposos jóvenes deben decir siempre estas palabras a sus señoras: «Te he tomado en mis brazos, te amo y te prefiero a mi vida. Porque la vida presente no es nada, mi deseo más ardiente es pasarla contigo de tal manera que estemos seguros de no estar separados en la vida que nos está reservada... pongo tu amor por encima de todo, y nada me será más penoso que no tener los mismos pensamientos que tú tienes» (hom. in Eph. 20, 8). Traten de tener en cuenta lo que dice San Juan Crisóstomo – que estén juntos no solamente para esta vida, sino la vida que nos espera. En una letra de Il Divo: “Tu lugar es a mi lado, hasta que lo quiera Dios (…) Hoy te prometo amor eterno, ser para siempre tuyo en el bien y en el mal, hoy te demuestro cuanto te quiero amándote hasta mi final…
Cuando lleguen problemas, traten de levantarse las cabezas y recordar su meta: la salvación de sus almas y las de sus hijos. Una casa bonita, vacaciones, comidas en restaurantes – son cosas buenas, pero son como papas pequeñas en comparación con ir o no ir al cielo. Confíen en la gracia de Dios y tendrán un matrimonio bello. …Bendito Dios por encontrarnos en el camino”.
Pido que cada persona presente los apoye en sus oraciones no solamente hoy, sino mientras vivan su compromiso de esposos. Va a requerir sacrificios. No esperen mucho apoyo del mundo que nos rodea. La sociedad moderna ha olvidado que es el matrimonio. Tened paciencia y sentido de la espera, que mantenerse tan radiantes como hoy no es fácil. Es una misión para valientes, casi héroes hoy. Crear una familia, un hogar cristiano que será célula de la sociedad, sagrario de la vida, Iglesia doméstica... ¡Menuda misión! Para cumplirla:
1. Nunca estén ambos enojados;
2. Nunca se griten (salvo que se incendió la casa);
3. Si a alguno de los dos le resulta imprescindible ganar en una discusión, que le ceda la victoria al otro;
4. Si es necesario censurar al otro, hacerlo con amor;
5. No recordar los errores pasados;
6. No se vayan a dormir sin antes haber hecho las paces;
7. Intenten, al menos una vez al día, dirigirse una palabra de cariño;
8. Cuando hayan actuado erróneamente, apresúrense a reconocer su falta y a pedir perdón;
9. Son dos los que participan en una pelea, pero el que está errado siempre habla más.

Ahora viene el momento de expresarlo con las palabras y gestos que la Iglesia os propone, para recibir después la bendición del Señor que sellará esta unión. Que la Virgen María, esposa y madre, os acompañe y os bendiga siempre.»»


DOMINGO 11 DE MAYO: ACTO DE DESAGRAVIO



ACTO DE DESAGRAVIO
DOMINGO 11
7:00 am
PARROQUIA CRISTO REY
COLINAS DE MARA - MORÓN

5 de mayo de 2014

PROFANACIÓN DE LA IGLESIA CRISTO REY - MORON

PROFANACIÓN DE LA IGLESIA CRISTO REY

Hay que expresar nuestro más profundo dolor y nuestra firme denuncia de la extrema gravedad por delito cometido, en nuestra Iglesia Parroquial Cristo Rey, ubicada en las Colinas de Mara – Morón, y que ATENTA CONTRA LA SANTIDAD DE LA EUCARISTÍA, porque es el sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la Santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente.
A eso de las 3:30 pm de hoy lunes 05 de mayo, cuando habían llegado algunas señoras de la Legión de María (Sras: Carmen de Guzman, Juanita de Parra, Mercedes de Gutiérrez, etc) como de costumbre para su oración y encuentro semanal, se encontraron con la puerta lateral de la Iglesia, que da al galpón, abierta. Yo iba llegando al momento cuando también palpé dicho ultraje. Se nota que un principio quisieron – los maleantes – derribar el protector de la venta (con un bambú) que da a la ante sala entre la Iglesia y la oficina –sacristía, pero no consiguiéndolo se montaron por la pared del campanario y se metieron por las ventanas de arribas. Lógico: o tenía niños a disposición, o la persona era muy flaca para acceder o entre varias hicieron descender a un pequeño o varios pequeños, pues en la pared se nota las marcas.
¿A qué hora pudo haberse dado la fechoría? No se puede descifrar, pero se debe suponer que en la noche, pues ya que la Iglesia está en un sitio muy alejado donde viven los feligreses, y yo como cura párroco del lugar no vivo allí porque la casa no está en condiciones.
Posiblemente fueron más allá del mero robo (sólo se llevaron la Planta de Sonido, un DVD, Tres ventiladores), creemos que hay algo de brujería-santería, pues las especies sacramentales que se llevaron las quieren para UN USO INDEBIDO y esto es más serio, y significa que hay gente con una MENTALIDAD MALÉFICA.
Es una situación grave, no creo que sea gente de otro credo porque ellos son muy respetuosos, más bien creemos que SON GENTE CON CREENCIAS TORCIDAS”.
Por tanto que se ofende a Dios, hagamos reparación y desagravio. Pidamos perdón y misericordia. En este sentido, durante esta semana no HABRÁ NINGUNA ACTIVIDAD EN LA IGLESIA PARROQUIAL EN REPARACIÓN por la profanación de Su Templo, el Santísimo Sacramento del Altar: “¡Oh benignísimo Jesús! Por intercesión de la Santísima Virgen María Reparadora, te suplicamos que recibas este voluntario acto de reparación; concédenos que seamos fieles a tus mandatos y a tu servicio hasta la muerte y otórganos el don de la perseverancia, con el cual lleguemos felizmente a la gloria, donde en unión con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos AMEN.”
A la Iglesia se apersonaron por parte de la Policia Municipal de Morón, el Oficial Caldera y el Oficial González, que revisaron y tomaron fotos del lugar. Así como del CICPC, enviados por Comisario Frank Quiñones, se acercaron dos Funcionarios, entre ellos el Funcionario Guzmán y el otro no recuerdo el nombre, quienes me tomaron declaraciones, mis datos, así como fotos del lugar.
Un llamado que hay que hacer es que si le están vendiendo ventiladores, planta de sonido y DVD, pregunte de donde lo obtuvieron. No se haga cómplice del mal.

A continuación algunas fotos tomadas del lugar:










 SAGRARIO PROFANADO Y DAÑADO


 Donde estaba la planta de sonido








 ventana por donde se presume entraron