13 de junio de 2015

PEREGRINACIÓN NOCTURNA AL SANTUARIO DIOCESANO

Peregrinación nocturna al Santuario Diocesano
Santo Cristo de la Salud.



La peregrinación, experiencia religiosa universal, es una expresión característica de la piedad popular, estrechamente vinculada al santuario, de cuya vida constituye un elemento indispensable: “el peregrino necesita un Santuario y el Santuario requiere peregrinos”. El peregrino es un símbolo viviente. El peregrinar es un rito común a la inmensa mayoría de las religiones, aunque la concreción del rito dependa de la concepción de Dios, del hombre y del mundo que tiene cada credo religioso.
Si nos centramos en la tradición religiosa de la que fluye el cristianismo, estamos en grado de afirmar que la Biblia (Jn 1, 14; cf. Ex 40, 34-35; 1 Re 8, 10-13) es el testimonio escrito de una peregrinación que marca el camino del hombre hacia la felicidad: destino para el que Dios le ha creado. Abraham es un peregrino errante a la búsqueda del destino que Dios le ha anunciado (cf. Rm 4; Ga 3, 6-9; Hb 11, 8-19). Peregrina Jacob, el gran patriarca. El pueblo de Israel se libera de la esclavitud del Faraón, y se forja como pueblo, peregrinando. Los Apóstoles anuncian la Buena Noticia de Jesús, liberación definitiva de los obstáculos – insalvables para el hombre – que le impiden ser feliz, peregrinando por todo el mundo entonces conocido.

¿PARA QUÉ PEREGRINARON ELLOS Y POR QUÉ LO HACEMOS NOSOTROS?
Tres cosas importante:
1.  Para comprometerse con su fe y ser más coherentes con ella. Queremos también nosotros comprometernos más a través de nuestra conducta y nuestras palabras.
2.  Para manifestar a todos públicamente la herencia recibida de los Apóstoles y de la Tradición, que no es otra que cumplir el encargo de Jesús de Nazaret: anunciar a todos que el hombre ya puede ser feliz.
3.  Para convertir su corazón de los valores derivados del orgullo y el egoísmo, a los del amor, e invitar a los demás a hacer lo mismo. Como dice el Papa Francisco: La peregrinación, entonces, sea estímulo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos a ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros” (Misericordiae Vultus, 14).
Así creamos una ruta en la que continuamente queda de manifiesto el amor y solidaridad de una sociedad con la que el peregrino se encuentra al hacer el camino. Ésta influye en el peregrino y éste en ella. Así caminando, hacemos el camino al santuario.
Esta peregrinación nocturna al Santuario Santo Cristo de la Salud nació en el año 2011, en la Parroquia Cristo Rey – Colinas de Mara en el Municipio Juan José Mora, con un pequeño grupo de 38 personas quienes aceptaron la invitación de salir durante la noche a esta fiesta de fe.
Al inicio parecía una obra descabellada, lo que suponía caminar, no sólo durante la noche, sino la misma distancia de unos 34 km hasta el Santuario en Borburata. Pero los que caminaron, son los que dieron testimonio de que valió la pena peregrinar, caminar durante la noche, para abrazar al Santo Cristo en el sacrificio y esfuerzo plasmando así, los primeros pasos para que otros se animaran a peregrinar con fe y que en los años siguiente ha dado sus frutos. Lógico, es el mismo SEÑOR quien llama e invita.
El segundo año, aumentó el número de los que quisieron peregrinar durante la noche, un total de 43 personas de diversas edades, que te motivan a un más a caminar. En esta ocasión se anexaron en el camino feligreses de la Parroquia San Pío X (El Cambur) junto con su párroco Tulio Méndez, y feligreses de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen  y San Isidro (Taborda – El Palito) junto a su párroco Wolfgang González, haciendo con ello toda una fiesta de fe, con una meta común.
En su tercera ocasión salimos como peregrinos 62 personas; a este acontecimiento quisieron dejar su huella de camino, haciendo esta bella ruta de fe, jóvenes de la parroquia Santa Rosa de Lima – La Sorpresa, acompañados por el Hermano David Oropeza (Comunidad Sagrado Corazón de Jesús - Dehonianos), quienes se trasladaron hasta la Parroquia Cristo Rey para hacer su peregrinación nocturna y luego contar su experiencia.
De esa experiencia contada, el año pasado (en su cuarta ocasión) aumentó el número de peregrinos a 89 en total. Con 32 jóvenes provenientes de la Parroquia Santa Rosa de Lima acompañados por el Hermano (hoy Diácono) David Oropeza (Comunidad Sagrado Corazón de Jesús - Dehonianos) en donde se evidenció los lazos de comunión y participación. En el trayecto se fueron realizando actividad para el crecimiento espiritual de modo que no se perdiera la meta por alcanzar y el compromiso y sacrificio de la noche para encontrarnos con el Señor en su Santuario.

¿POR QUÉ HACER LA RUTA DEL PEREGRINO?
Distintas pueden ser las motivaciones que lleven a peregrinar: Promesas, peticiones, condenas, aventuras, ruegos, esperanzas. Tratándose de peregrinar al santuario, es dirigirse al Calvario, subir donde está Cristo. Esta bella experiencia, de peregrinar hasta nuestro Santuario Diocesano, para nosotros, los cristianos, representa el punto geográfico de la unión de Dios con los hombres, de la eternidad y la historia, como nos dice el Papa Francisco: “La vida es una peregrinación y el ser humano es viator, un peregrino que recorre su camino hasta alcanzar la meta anhelada” (Misericordiae vultus, 14); queriendo así, tener una relación personal y en contacto con Él, como los Apóstoles: que de Él aprendieron el Mensaje de Salvación, convivieron  durante tres años por lo caminos de Palestina con las circunstancias de vivir en el tiempo y en el contexto de su inserción terrena. Los apóstoles son los responsables de la transmisión de la fe original recibida de Jesucristo. Hoy nos corresponde a nosotros seguir expandiendo ese mensaje de Salvación.
La MOTIVACIÓN es lo que hace a uno ser o no ser peregrino. Ojala, todos mis hermanos sacerdotes, hagamos de esto una noble causa de fe, siendo los primeros que van por delante guiando a las ovejas y llevarlos a pastos abundantes. 
La peregrinación,
-         Unos lo hacen con profundo sentido religioso y de penitencia para llegarse a las raíces apostólicas de la fe,
-         Otros en búsqueda de un encuentro con la fe, tal vez por primera vez, o acaso para recuperar, después de un tiempo de abandono, la fe perdida.
Las diferentes actitudes pueden tener el mismo fondo en la intención. Y es la intención la que constituye a uno en peregrino.
El peregrino suele recibir la bendición de Dios para hacer este difícil camino antes de partir. Así lo expresa el Codex Calixtinus del siglo XII: “En nombre de nuestro Señor Jesucristo, recibe este  morral hábito de tu peregrinación, para que castigado y enmendado te apresures en llegar a los pies de Santiago (Santuario), a donde ansías llegar, y para que después de haber hecho el viaje, vuelvas al lado nuestro con gozo, con la ayuda de Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.”
“Recibe este báculo que sea como sustento de la marcha y del trabajo, para el camino de tu peregrinación, para que puedas vencer las catervas del enemigo y llegar seguro a los pies de Santiago (Santuario), y después de hecho el viaje, volver junto a nos con alegría, con la anuencia del mismo Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.”
En la actualidad, las motivaciones por las que se hace el CAMINO  al SANTO CRISTO  son muy variadas, sobre todo al comienzo del mismo:
·        Contacto con otros peregrinos de las diversas parroquias.
·        Acrecentar aún más el significado de ser peregrinos por este mundo.
·        Dejas huellas para que otras personas se animen a caminar.
·        Los recuerdos y anécdotas de otros peregrinos.
·        Renovar la fe.
·        Dar sentido de pertenencia a la vida, o de oración, súplica y ofrecimiento por diversas necesidades.
La intención o verdadera motivación es la que confiere la condición de peregrino según las reflexiones de San Agustín: “Es la intención la que da valor a las acciones humanas
EL CAMINO: se sale desde la Iglesia Cristo Rey a las 11:00 de la noche, tomando la vía que pasa por el centro de Morón, en la encrucijada, hasta salir a la carretera Morón – el Palito y de allí hasta Borburata. Se hace unas paradas mínimas para hidratarse, haciendo una parada más larga en la Parroquia Nuestra Sra. del Valle – Cumboto II, donde nos reunimos con la feligresía que sale de allí caminando hasta el Santuario junto a su párroco Nelson Arias.
Ya en la ruta hacia los muelles, nos encontramos con todos los feligreses de las diversas Parroquias: San Esteban, Nuestra Señora de Coromoto – en este grupo va el Sr. Obispo como pastor junto a las ovejas – Nuestra Señora de la Caridad y Catedral san José, entre cantos, oraciones, alegría y gozo. En la zona de los dos caminos, ofrecen a todos los peregrinos, los feligreses del santuario, refrigerio: agua, frutas, etc., y desde allí “Los Dos Caminos” se comienza el Via Crucis hasta el Santuario en su ultimo tramo de tres kilómetros.
Es una fiesta diocesana: niños, jóvenes, adultos, obispo, sacerdotes, religiosos, religiosas, todos queriendo vivir nuestro lema “hacia una diócesis más unida a Cristo”; y en esta fiesta anual se muestra el valor que tiene para nosotros la fe que debe hacerse diariamente.
Toda Peregrinación es una ocasión para volver a las fuentes de nuestra fe, para consolidar nuestro amor a Cristo y a la Iglesia, y para entregarnos con mayor empeño a la misión que Jesús nos ha confiado.
LA META FINAL de nuestro peregrinar terreno es la Jerusalén del Cielo, pero queremos, viviendo con fidelidad cada día, tener parte con pequeños pedacitos de ese cielo viviéndolo aquí en la tierra (Cf. Misercordiae Vultus, nº 14.).
El gozo de la peregrinación cristiana es prolongación de la alegría del peregrino piadoso de Israel: “Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor” (Sal 122,1); es alivio por la ruptura de la monotonía diaria, desde la perspectiva de algo diverso; es aligeramiento del peso de la vida que para muchos, sobre todo para los pobres, es un fardo pesado; es ocasión para expresar la fraternidad cristiana, para dar lugar a momentos de convivencia y de amistad, para mostrar la espontaneidad, que con frecuencia está reprimida.

PREPARACIÓN ESPIRITUAL:
Ir en peregrinación significa caminar hacia una meta. Eso confiere también al camino y a su fatiga una belleza propia.
El impulso hacia la fe cristiana, el comienzo de la Iglesia de Jesucristo, fue posible porque existían en Israel personas que no se contentaban con lo acostumbrado, sino que miraban lejos buscando algo más grande y ya que su corazón esperaba, pudieron reconocer en Jesús a aquel enviado por Dios” (Benedicto XVI).
Es recomendable prepararse con la reflexión y la oración días antes de la peregrinación. Comentar y hacer partícipes a amigos, religiosos y religiosas de nuestro intento y objetivos.
Necesitamos este corazón inquieto y abierto. Es el núcleo de la peregrinación. Tampoco hoy nos basta ser y pensar como hacen los demás. El proyecto de nuestra vida va más allá. Nos hace falta ese Dios que nos ha mostrado su rostro y ha abierto su corazón: Jesucristo. Efectivamente hay grandes personalidades en la historia que han tenido experiencias bellas y conmovedoras de Dios. Son, sin embargo, experiencias humanas, con sus humanas limitaciones. Sólo El es Dios y por eso sólo Él es el puente, que pone en contacto inmediato a Dios con el ser humano.
Por eso, A TAN SOLO TRES MES de tan gran y bello acontecimiento, vayamos preparándonos en cuerpo y alma, para ir de peregrinos, a disponernos a caminar hasta nuestro Santuario Diocesano Santo Cristo de la Salud. Hoy existe una gran crisis de Fe, en un mundo que intenta ocultar y olvidar a Dios, muchos opinan que la fe ya no tiene sentido, existen síntomas graves que parecen indicar un cierto desplome de la fe cristiana, la conciencia cristiana se ha debilitado, por lo que se hace necesario buscar espacios para fortalecer la fe: es la hora de la oración y de la súplica a Dios llena de esperanza. Peregrinar, hasta el santo Cristo de la Salud, puede ayudarnos alcanzar este objetivo.
El peregrino que acude al santuario está en comunión de fe y de caridad, no sólo con los compañeros con quienes realiza el “santo viaje” (cfr. Sal 84,6), sino con el mismo Señor, que camina con él, como caminó al lado de los discípulos de Emaús (cfr. Lc 24,13-35); con su comunidad de origen, y a través de ella, con la Iglesia que habita en el cielo y peregrina en la tierra; con los fieles que, a lo largo de los siglos, han rezado en el santuario; con la naturaleza que rodea el santuario, cuya belleza admira y que siente movido a respetar; con la humanidad, cuyo sufrimiento y esperanza aparecen en el santuario de diversas maneras, y cuyo ingenio y arte han dejado en él numerosas huellas.
Por eso invito, no sólo a los feligreses de la Parroquia Cristo Rey, a TODA NUESTRA DIÓCESIS DE PUERTO CABELLO: Obispo, sacerdotes, religiosos, religiosas (en su año de vida consagrada, ustedes son una de las señales más elocuentes de la presencia y soberanía de Dios en este mundo), a nuestros Jóvenes quienes son el campo de la fe, los atletas de Cristo, constructores de una Iglesia más hermosa, sea esta también la ocasión para profundizar en su compromiso de animarse a un mayor compromiso con Jesucristo; a todos los laicos y diversos grupos y movimientos: Cursillo de Cristiandad, Renovación Carismática, Camino Neocatecumenal,  Legión de María, Apostolado Mundial de Fátima, Comunidad Totus Tuus, que no tengan miedo de mirar hacia lo alto, hacia las alturas de Dios; no tengamos miedo de que Dios nos pida demasiado, sino dejémonos guiar por su Palabra en todas las acciones cotidianas, aunque nos sintamos pobres, inadecuados, pecadores: Él será quien nos transforme según su amor; que todos nos animemos a realizar este camino de ORACIÓN, y que animemos a otros en nuestras Parroquias y grupos de amigos y familiares a ponerse en camino.
Vamos todos a nuestro Santuario Diocesano. El Señor allí siempre nos espera con los brazos abiertos en Cruz.
Pbro. Williams R. Campos.
Párroco de Cristo Rey.



A TRES MESES DE LA PEREGRINACIÓN NOCTURNA HACIA EL SANTUARIO SANTO CRISTO DE LA SALUD


10 de junio de 2015

««¿QUÉ SIGNIFICA PARA UN SACERDOTE Y PARA UNA PERSONA CONSAGRADA SERVIR AL REBAÑO DE DIOS?

««¿Qué significa para un sacerdote y para una persona  consagrada servir al rebaño de Dios? 
Pienso que significa:
-  Realizar la pastoral de la esperanza,
-  Cuidando las ovejas que están en el redil, pero también
-  Yendo, saliendo en la búsqueda de cuantos esperan la Buena Noticia y no saben hallar o reencontrar solos el camino que conduce a Jesús. Encontrar a la gente allí donde vive, incluso aquella parte del rebaño que está fuera del redil, lejos, en ocasiones sin conocer aún a Jesucristo.
-  Cuidar la formación de los católicos en la fe y en la vida cristiana.
-  Animar los fieles laicos a ser protagonistas de la misión evangelizadora de la Iglesia.

Por tanto, los exhorto a formar comunidades católicas abiertas y “en salida”, capaces de acogida y de encuentro, y que den testimonio con valentía del Evangelio.

El sacerdote, el consagrado está llamado a:
-   Vivir las inquietudes y las esperanzas de su gente;
- Actuar en los contextos concretos de su tiempo, con frecuencia caracterizado de tensión, discordia, desconfianza, precariedad y pobreza.

Ante las situaciones más dolorosas, pidamos a Dios un corazón que sepa conmoverse, capacidad de empatía; no hay mejor testimonio que estar cerca de las necesidades materiales y espirituales de los demás. Es nuestra tarea como obispos, sacerdotes y religiosos hacer sentir a las personas la cercanía de Dios, su mano que conforta y sana; acercase a las heridas y a las lágrimas de nuestro pueblo; no nos cansemos de abrir el corazón y de tender la mano a cuantos nos piden ayuda y a cuantos, quizás por pudor, no la piden, pero tienen gran necesidad. A este respecto, deseo expresar mi reconocimiento a las religiosas, por todo lo que hacen con generosidad y sobre todo por su presencia fiel y solícita.

Queridos sacerdotes, religiosos y religiosas, los animo a proseguir con alegría su servicio pastoral, cuya fecundidad viene de la fe y la gracia, pero también del testimonio de una vida humilde y despegada de los intereses del mundo. No caigan, por favor, en la tentación de formar una especie de elite cerrada en sí misma. El generoso y transparente testimonio sacerdotal y religioso constituyen un ejemplo y un estímulo para los seminaristas y para cuantos el Señor llama a servirlo. Estando al lado de los jóvenes, invitándolos a compartir experiencias de servicio y de oración, los ayudáis a descubrir el amor de Cristo y a abrirse a la llamada del Señor. Que los fieles laicos puedan ver en ustedes aquel amor fiel y generoso que Cristo ha dejado como testamento a sus discípulos.»» 

(Papa Francisco,Discurso ante los sacerdotes y Religiosos”, Sarajevo, 6 de junio de 2015).