Conocer el Sagrado Corazón de Jesús para creer en su Amor es la necesidad más honda de nuestro propio corazón.
Conocer el Sagrado Corazón de Jesús para creer en su Amor es la necesidad más honda de nuestro propio corazón.
《Queridos hermanos, celebramos este encuentro en la víspera de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús: es de esta “zarza ardiente” de donde proviene nuestra vocación; es de esta fuente de gracia de donde queremos dejarnos transformar.
La Encíclica del Papa Francisco Dilexit nos, si bien es un don precioso para toda la Iglesia, lo es de manera especial para nosotros, los sacerdotes. Esta nos interpela con fuerza, nos pide que custodiemos juntos la mística y el compromiso social, la contemplación y la acción, el silencio y el anuncio. Nuestro tiempo nos desafía, muchos parecen haberse alejado de la fe, pero en lo profundo de muchas personas, especialmente de los jóvenes, hay sed de infinito y de salvación. Muchos experimentan como una ausencia de Dios, pero cada ser humano está hecho para Él, y el designio del Padre es hacer de Cristo el corazón del mundo.
Por eso queremos recuperar juntos el impulso misionero. Una misión que propone con valentía y amor el Evangelio de Jesús. A través de nuestra acción pastoral, es el Señor mismo quien cuida de su rebaño, reúne a los dispersos, se inclina sobre los heridos, sostiene a los desanimados. Imitando el ejemplo del Maestro, crecemos en la fe y nos convertimos así en testigos creíbles de la vocación que hemos recibido. Cuando uno cree, se nota, la felicidad del ministro refleja un verdadero encuentro con Cristo, que lo sostiene en la misión y en el servicio.
Queridos hermanos en el sacerdocio, ¡gracias a ustedes que han venido desde lejos! Gracias a cada uno por su entrega cotidiana, especialmente en los lugares de formación, en las periferias existenciales y en los lugares difíciles, a veces peligrosos. Al recordar a los sacerdotes que han dado su vida, incluso hasta derramar su sangre, renovamos hoy nuestra disponibilidad a vivir sin reservas un apostolado de compasión y alegría.
¡Gracias por lo que son!, porque recuerdan a todos que es hermoso ser sacerdotes, y que cada llamada del Señor es ante todo una llamada a su alegría. No somos perfectos, pero somos amigos de Cristo, hermanos entre nosotros e hijos de su tierna Madre María, y esto nos basta.
Dirijámonos al Señor Jesús, a su Corazón misericordioso que arde de amor por cada persona. Pidámosle la gracia de ser discípulos misioneros y pastores según su voluntad: buscando a los que están perdidos, sirviendo a los pobres, guiando con humildad a los que nos han sido confiados. Que su Corazón inspire nuestros planes, transforme nuestros corazones y nos renueve en la misión. Los bendigo con afecto y rezo por todos ustedes》.
[[Del DISCURSO DEL SANTO PADRE LEÓN XIV A LOS PARTICIPANTES EN EL ENCUENTRO INTERNACIONAL SACERDOTES FELICES - « YO LOS LLAMO AMIGOS» (Jn 15,15) PROMOVIDO POR EL DICASTERIO PARA EL CLERO. Auditorio Conciliazione, Roma. Jueves, 26 de junio de 2025]]
《《 Hoy mi mente y corazón la he puesto en el Señor de forma especial por cada uno de ustedes mis sacerdotes en Puerto Cabello. En este día en que pedimos especialmente por cada de ustedes que han dicho que sí al Señor, y que cada día en medio de las dificultades propias de nuestra historia y situación, y con la fragilidad de nuestro propio barro, lucha por renovar en amor y fidelidad a la llamada recibida y confirmada por la Iglesia con la ordenación.
Gracias por su servicio, por su entrega, por su fidelidad y por su obediencia. Gracias por su resistencia y comprensión. Gracias por todo.
Les pido que sigan luchando por ser santos, vivir en comunión y practicar la caridad, empezando por sus propios hermanos. El testimonio que debemos hará más creíble nuestro servicio ministerial y servirá de atracción para otros, con el fin de que conozcan, amen y sigan a Cristo para la edificación de su Reino; a la vez que ayudará a que vaya germinando la semilla de la vocación que el Señor ha esparcido a manos llenas en nuestra Diócesis de Puerto Cabello.
Dios les bendiga, les quiero mucho, y ánimo el Señor camina con nosotros.
Con mi bendición.
Su Obispo:
Mons. José Antonio Da Conceicao Ferreira
Obispo de Puerto Cabello 》》