Comunicado de la Comisión de Justicia y
Paz de la CEV
SOBRE ACTUAL SITUACIÓN EN LA ZONA
FRONTERIZA COLOMBO/VENEZOLANA
He visto la aflicción
de mi pueblo y he oído su clamor” Éxodo 3,7
Alto a los atropellos
en las deportaciones.
Los derechos humanos
son los mismos para todos
1.- La Comisión de Justicia
y Paz de la Conferencia Episcopal de Venezuela, atenta a todo lo que tiene que
ver con los derechos humanos, se encuentra profundamente preocupada por
diversas denuncias sobre graves violaciones a los derechos humanos en el marco
del Decreto de suspensión de garantías constitucionales en varios municipios de
la frontera, pues es una situación que afecta a todos los que vivimos en
Venezuela, dado que es inmensa la presencia de colombianos en nuestra tierra, y
son más los vínculos de fraternidad y cooperación existentes. Más allá de
diferencias o de situaciones irregulares, priva el respeto a la vida y a un
trato cordial. No se puede estigmatizar a todo un colectivo de presuntos
delitos sin el debido proceso y el derecho a la defensa.
2.-La Comisión ha estado
monitoreando y recabando información sobre los acontecimientos que se han
registrado en la frontera colombo/venezolana en los últimos días, y ante las
graves denuncias sobre masivas deportaciones de ciudadanos de nacionalidad
colombiana, que sin ningún tipo de procedimiento previo, no se les ha
garantizado un debido proceso establecido en nuestra Constitución y en tratados
internacionales de Derechos Humanos debidamente suscritos y ratificados por
Venezuela.
3.- Hemos tenido
conocimiento que muchas de estas personas han sido obligadas a salir de manera
abrupta, sin enseres, sin alimentos, muchos de ellos solo con la ropa que
llevan puesta, sus casas allanadas sin ninguna orden judicial y destruidas; en
algunos casos fueron robadas las pertenencias de aquellos pobres moradores.
4.- A ello se une el
drama de ver familias separadas, especialmente madres y padres que han sido
obligadas a dejar a sus hijos menores en territorio venezolano, y más grave aún
resulta de enorme preocupación la utilización del poder punitivo del Estado
para criminalizar a estos ciudadanos de origen colombianos como miembros de
grupos irregulares.
5.- Condenamos
cualquier actuación de esta naturaleza y hacemos un llamado a las autoridades
venezolanas a aplicar todas aquellas medidas destinadas a garantizar el debido
proceso y la integridad física de las personas, con especial énfasis en el
derecho a la vida y lo propuesto en nuestra Constitución y leyes.
6.- Expresamos nuestra
preocupación porque persisten las denuncias sobre un uso excesivo y
desproporcionado de la fuerza por parte de agentes de seguridad del Estado,
encargada de realizar dicho operativo. En un estado democrático de derecho y de
justicia, no es posible aceptar que en aras de la defensa nacional, la
seguridad y la soberanía, se hagan procedimientos militares de alta
peligrosidad contra la población civil.
7.- Hacemos un llamado
a las autoridades garantes de los Derechos Humanos de ambos países para que
este problema que nos afecta a todos, tenga una rápida solución y que no se
convierta en un problema político o ideológico, ni en una ocasión para promover
la xenofobia o el desprecio de ningún ciudadano por razón de su origen.
8.- Nos solidarizamos
con los millones de colombianos que han hecho vida en nuestra patria y nos han
enriquecido con sus virtudes y capacidades. No hay familia venezolana que no
tenga vínculos consanguíneos, de afinidad, de trabajo o de cualquier otra
índole con nuestros hermanos colombianos lo que nos ha permitido vivir en
fraternidad. A todos los familiares de las víctimas, les expresamos nuestra
solidaridad y oración en estos momentos de tristeza y dolor. Pedimos a todos
orar intensamente y colaborar con nuestros hermanos evitando cualquier
estigmatización.
9.- En estos dolorosos
momentos hacemos un llamado a la sensatez y a la calma. Que la condición de
cristianos de la inmensa mayoría mueva las fibras de la solidaridad, de la
misericordia, del perdón, y desterremos todo lo que nos lleve al desprecio, a
la violencia, o a la guerra. Pedimos perdón porque los hechos y dichos sobre
nuestros hermanos colombianos no representan el sentir de nuestro pueblo.
Exigimos
Que se restituya la
normalidad cuanto antes, pues son más las penurias y zozobras que viven quienes
habitan a ambos lados de la frontera, y no sólo a ellos, sino a toda la
población de los dos países que siguen con estupor el desarrollo de los
acontecimientos, a todas luces, denigrantes de la condición de seres
civilizados y hermanos.
Devolución de bienes:
muchas de las personas deportadas no han podido llevarse sus pertenencias que
han quedado en el territorio venezolano, es de justicia devolver a quienes pertenecen
los bienes inmuebles y de demás rubros; es urgente que la familia se reunifique
en la totalidad de sus miembros para evitar una crisis humanitaria por
deportaciones masivas, para ello deseamos como venezolanos ver la respuesta del
Poder Moral en pleno, no justificando acciones, sino trabajando para que se
respeten los Derechos Humanos de todos los ciudadanos, sean Venezolanos o
Colombianos.
Sabemos de los dolores
y tristeza en tantas personas que han sufrido y siguen sufriendo por estas
acciones. Expresamos nuestra solidaridad y esperanza en estos momentos de
angustia. Los ciudadanos venezolanos nos sentimos hermanos del vecino país,
nunca han sido extraños, sino que tenemos una historia común. Estas acciones
efectistas deben ponernos a reflexionar sobre el futuro de nuestro país, sobre
las responsabilidades de la dirigencia política y militar en la conducción de
nuestra nación, sobre la paz interna y lo que queremos y anhelamos los
venezolanos.
EL ESTADO TIENE LA
OBLIGACIÓN DE GARANTIZAR LOS DERECHOS HUMANOS DE TODOS SUS CIUDADANOS
INCLUYENDO LOS EXTRANJEROS BAJO SU JURISDICCION
En Caracas, a los 28 días del mes de Agosto del 2015
+Mons. Roberto Lückert León
Presidente
Oficina de Justicia y Paz
Presidente
Oficina de Justicia y Paz
+ Mons. Baltazar Porras
Presidente de la Comisión de Pastoral Social Caritas
Presidente de la Comisión de Pastoral Social Caritas
Prensa CEV
28 agosto de 2015
28 agosto de 2015
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