31 de octubre de 2018
AGENDA DE NOVIEMBRE
☆ JUEVES 01: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
• 3:00 pm: Exposición del Santísimo.
• Confesiones.
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: SANTA MISA DE LA SOLEMNIDAD EN CRISTO REY.
☆ VIERNES 02: CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS.
• 4:00 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
Responso.
• 4:00 pm: Santo Rosario por todos los fieles difuntos en Cristo Rey.
Responsable: Infancia Misionera.
• 5:30 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
Responso.
☆ SÁBADO 03: San Martín de Porres.
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
• 9:00 am a 11:00 m: Taller de Figuras y Portales para nacimiento com material de Provecho.
• 9:00 am a 11:00 am: Taller de Liturgia.
• 3:00 pm: Reunion equipo de liturgia de festividades Cristo Rey.
A NIVEL DIOCESANO
• 8:00 am a 12:00 m: Encuentro de Pequeñas Comunidades.
• Lugar: Parroquia Santa Rosa de Lima.
“Hacia una Diócesis más unida a Cristo en la Comunión, la Misión, la Solidaridad y la Vida”.
☆ DOMINGO 04: XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO. COMIENZA LA SEMANA DEL ABRAZO EN FAMILIA:
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
• 10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
☆ LUNES 05: La familia, Cuna de Esperanza.
• 4:00 pm: Conversatorio.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
☆ MARTES 06: La Caridad, Alma de la Vida en Familia.
• 4:00 pm: Conversatorio.
• 5:00 pm: Santa Misa en el San Vicente.
☆ MIÉRCOLES 07: Aprender a Vivir las Crisis en Familia.
• 4:00 pm: Conversatorio.
• 5:00 pm: Santa Misa.
☆ JUEVES 08: Estrategias para el buen uso de la comunicación en la Familia.
• 9:00 am: Santa Misa por el 34 Aniversario del Hospital Tipo 1, Morón.
Responsable: Noraima Silva.
• 4:00 pm: Conversatorio.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
☆ VIERNES 09: Familias en Migración. Aniversario Matrimonial (42) de Manolo y Marlen.
• 4:00 pm: Conversatorio.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
☆ SÁBADO 10: CONVIVENCIA FAMILIAR.
• 8:00 am: Santa Misa
• 8:30 am: Bautizos
• 9:15: Dinámicas y abrazotón en la Plaza.
• 9:30 am a 11:30 am: Convivencia familiar: con el Lcdo. David A. Herrera Z. (Psicólogo Clínico).
• Confesiones de chicos de comunion.
• Entrega de Nutrialimentos.
• Sopa.
☆ DOMINGO 11: XXX II DEL TIEMPO ORDINARIO. ABRAZO EN FAMILIA.
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsables: Infancia y adolescencia.
• 9:00 am: Bingo Parroquial.
• 10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
☆ LUNES 12:
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
☆ MARTES 13: NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO
• 5:00 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
MIÉRCOLES 14:
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
JUEVES 15: Cumpleaños de Carmen Vásquez.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
INICIO DE LA NOVENA A CRISTO REY
VIERNES 16:
• 10:00 am: Formación Permanente.
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
Responsable: Legión de María.
SÁBADO 17:
• 7:30 am: Santo Rosario.
• 8:00 am: Santo Misa.
Responsable: Capilla San Vicente Ferrer.
• 9:00 am: Taller de Figuras y Portales para nacimiento con material de Provecho.
DOMINGO 18: XXX III DEL TIEMPO ORDINARIO.
• 7:15 am: Santo Rosario.
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey. Encuentro con Jesús en la Eucaristía.
• Responsable: Equipo de liturgia, Catequistas e infancia y adolescencia misionera.
• 10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
DEL LUNES 19 AL VIERNES 23 RETIRO DEL CLERO: Rezar por los frutos de esta semana de oración de los sacerdotes en unión del obispo; por la fidelidad, perseverancia y servicio en el ministerio sacerdotal.
LUNES 19:
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Reflexión o/u Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsable: Apostolado de Fátima.
MARTES 20:
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Reflexión o/u Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsable: Caritas Parroquial.
MIÉRCOLES 21: Cumpleaños de Arianny Arends
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Reflexión o/u Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsable: Infancia Misionera.
JUEVES 22: Cumpleaños de María Lugo.
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Reflexión o/u Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsable: Coromoto
VIERNES 23: Cumpleaños María Lugo
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Reflexión o/u Santa Misa en Cristo Rey.
• Responsable: Catequistas.
SÁBADO 24:
• 7:30 am: Santo Rosario.
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey
• 9:00 am: Taller de Figurss y Portales para nacimiento com material de Provecho.
• LIMPIEZA.
DOMINGO 25: SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO. Cumpleaños de Noraima Silva.
• 10:00 am: Santa Misa Solemne en Cristo Rey. Confirmaciones.
EQUIPO DE LOGISTA: Caritas parroquial.
EQUIPO DE LITURGIA.
EQUIPO AMBIENTACION.
29 de octubre de 2018
escuchar, hacerse prójimos y testimoniar
El camino de fe: escuchar, hacerse prójimos y testimoniar
El Papa Francisco ha clausurado el Sínodo de los Obispos con una misa celebrada en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el Pontífice ha indicado tres pasos fundamentales para acompañar el camino de la fe: escuchar, hacernos prójimos y testimoniar en nombre de Jesús.
El episodio que hemos escuchado es el último que narra el evangelista Marcos sobre el ministerio itinerante de Jesús, quien poco después entrará en Jerusalén para morir y resucitar. Bartimeo es, por lo tanto, el último que sigue a Jesús en el camino: de ser un mendigo al borde de la vía en Jericó, se convierte en un discípulo que va con los demás a Jerusalén. Nosotros también hemos caminado juntos, hemos “hecho sínodo” y ahora este evangelio sella tres pasos fundamentales para el camino de la fe.
Escuchar, antes de hablar. El apostolado del oído
En primer lugar, nos fijamos en Bartimeo: su nombre significa “hijo de Timeo”. Y el texto lo especifica: «El hijo de Timeo, Bartimeo» (Mc 10,46). Pero, mientras el Evangelio lo reafirma, surge una paradoja: el padre está ausente. Bartimeo yace solo junto al camino, lejos de casa y sin un padre: no es alguien amado sino abandonado. Es ciego y no tiene quien lo escuche; y cuando quería hablar lo hacían callar. Jesús escucha su grito. Y cuando lo encuentra le deja hablar. No era difícil adivinar lo que Bartimeo le habría pedido: es evidente que un ciego lo que quiere es tener o recuperar su vista. Pero Jesús no es expeditivo, da tiempo a la escucha. Este es el primer paso para facilitar el camino de la fe: escuchar. Es el apostolado del oído: escuchar, antes de hablar.
ESTE ES EL PRIMER PASO PARA FACILITAR EL CAMINO DE LA FE:ESCUCHAR. ES EL APOSTOLADO DEL OÍDO: ESCUCHAR, ANTES DE HABLAR
Por el contrario, muchos de los que estaban con Jesús imprecaban a Bartimeo para que se callara (cf. v. 48). Para estos discípulos, el necesitado era una molestia en el camino, un imprevisto en el programa predeterminado. Preferían sus tiempos a los del Maestro, sus palabras en lugar de escuchar a los demás: seguían a Jesús, pero lo que tenían en mente eran sus propios planes. Es un peligro del que tenemos que prevenirnos siempre.
Para Jesús, en cambio, el grito del que pide ayuda no es algo molesto que dificulta el camino, sino una pregunta vital. ¡Qué importante es para nosotros escuchar la vida! Los hijos del Padre celestial escuchan a sus hermanos: no las murmuraciones inútiles, sino las necesidades del prójimo. Escuchar con amor, con paciencia, como hace Dios con nosotros, con nuestras oraciones a menudo repetitivas. Dios nunca se cansa, siempre se alegra cuando lo buscamos. Pidamos también nosotros la gracia de un corazón dócil para escuchar.
Me gustaría decirles a los jóvenes, en nombre de todos nosotros, adultos: disculpadnos si a menudo no os hemos escuchado; si, en lugar de abrir vuestro corazón, os hemos llenado los oídos. Como Iglesia de Jesús deseamos escucharos con amor, seguros de dos cosas: que vuestra vida es preciosa ante Dios, porque Dios es joven y ama a los jóvenes; y que vuestra vida también es preciosa para nosotros, más aún, es necesaria para seguir adelante.
Hacerse prójimos para transmitir el corazón de la fe
Después de la escucha, un segundo paso para acompañar el camino de fe: hacerse prójimos. Miramos a Jesús, que no delega en alguien de la «multitud» que lo seguía, sino que se encuentra con Bartimeo en persona. Le dice: «¿Qué quieres que haga por ti?» (v. 51). Qué quieres: Jesús se identifica con Bartimeo, no prescinde de sus expectativas; que yo haga: hacer, no solo hablar; por ti: no de acuerdo con ideas preestablecidas para cualquiera, sino para ti, en tu situación. Así lo hace Dios, implicándose en primera persona con un amor de predilección por cada uno. Ya en su modo de actuar transmite su mensaje: así la fe brota en la vida.
PROXIMIDAD: AQUÍ ESTÁ EL SECRETO PARA TRANSMITIR EL CORAZÓN DE LA FE, NO UN ASPECTO SECUNDARIO
La fe pasa por la vida. Cuando la fe se concentra exclusivamente en las formulaciones doctrinales, se corre el riesgo de hablar solo a la cabeza, sin tocar el corazón. Y cuando se concentra solo en el hacer, corre el riesgo de convertirse en moralismo y de reducirse a lo social. La fe, en cambio, es vida: es vivir el amor de Dios que ha cambiado nuestra existencia. No podemos ser doctrinalistas o activistas; estamos llamados a realizar la obra de Dios al modo de Dios, en la proximidad: unidos a él, en comunión entre nosotros, cercanos a nuestros hermanos. Proximidad: aquí está el secreto para transmitir el corazón de la fe, no un aspecto secundario.
Hacerse prójimos es llevar la novedad de Dios a la vida del hermano, es el antídoto contra la tentación de las recetas preparadas. Preguntémonos si somos cristianos capaces de ser prójimos, de salir de nuestros círculos para abrazar a los que “no son de los nuestros” y que Dios busca ardientemente.
HACERSE PRÓJIMOS ES LLEVAR LA NOVEDAD DE DIOS A LA VIDA DEL HERMANO, ES EL ANTÍDOTO CONTRA LA TENTACIÓN DE LAS RECETAS PREPARADAS
Siempre existe esa tentación que se repite tantas veces en las Escrituras: lavarse las manos. Es lo que hace la multitud en el Evangelio de hoy, es lo que hizo Caín con Abel, es lo que hará Pilato con Jesús: lavarse las manos. Nosotros, en cambio, queremos imitar a Jesús, e igual que él ensuciarnos las manos. Él, el camino (cf. Jn 14,6), por Bartimeo se ha detenido en el camino. Él, la luz del mundo (cf. Jn 9,5), se ha inclinado sobre un ciego.
Reconozcamos que el Señor se ha ensuciado las manos por cada uno de nosotros, y miremos la cruz y recomencemos desde allí, del recordarnos que Dios se hizo mi prójimo en el pecado y la muerte. Se hizo mi prójimo: todo viene de allí. Y cuando por amor a él también nosotros nos hacemos prójimos, nos convertimos en portadores de nueva vida: no en maestros de todos, no en expertos de lo sagrado, sino en testigos del amor que salva.
Testimoniar
Testimoniar es el tercer paso. Fijémonos en los discípulos que llaman a Bartimeo: no van a él, que mendigaba, con una moneda tranquilizadora o a dispensar consejos; van en el nombre de Jesús. De hecho, le dirigen solo tres palabras, todas de Jesús: «Ánimo, levántate, que te llama» (v. 49). En el resto del Evangelio, solo Jesús dice ánimo, porque solo él resucita el corazón. Solo Jesús dice en el Evangelio levántate, para sanar el espíritu y el cuerpo. Solo Jesús llama, cambiando la vida del que lo sigue, levantando al que está por el suelo, llevando la luz de Dios en la oscuridad de la vida.
Muchos hijos, muchos jóvenes, como Bartimeo, buscan una luz en la vida. Buscan un amor verdadero. Y al igual que Bartimeo que, a pesar de la multitud, invoca solo a Jesús, también ellos invocan la vida, pero a menudo solo encuentran promesas falsas y unos pocos que se interesan de verdad por ellos.
NO ES CRISTIANO ESPERAR QUE LOS HERMANOS QUE ESTÁN EN BUSCA LLAMEN A NUESTRAS PUERTAS; TENDREMOS QUE IR DONDE ESTÁN ELLOS
No es cristiano esperar que los hermanos que están en busca llamen a nuestras puertas; tendremos que ir donde están ellos, no llevándonos a nosotros mismos, sino a Jesús. Él nos envía, como a aquellos discípulos, para animar y levantar en su nombre. Él nos envía a decirles a todos: “Dios te pide que te dejes amar por él”.
Cuántas veces, en lugar de este mensaje liberador de salvación, nos hemos llevado a nosotros mismos, nuestras “recetas”, nuestras “etiquetas” en la Iglesia. Cuántas veces, en vez de hacer nuestras las palabras del Señor, hemos hecho pasar nuestras ideas por palabra suya. Cuántas veces la gente siente más el peso de nuestras instituciones que la presencia amiga de Jesús. Entonces pasamos por una ONG, por una organización paraestatal, no por la comunidad de los salvados que viven la alegría del Señor.
Escuchar, hacerse prójimos, testimoniar. El camino de fe termina en el Evangelio de una manera hermosa y sorprendente, con Jesús que dice: «Anda, tu fe te ha salvado» (v. 52). Y, sin embargo, Bartimeo no hizo profesiones de fe, no hizo ninguna obra; solo pidió compasión. Sentirse necesitados de salvación es el comienzo de la fe. Es el camino más directo para encontrar a Jesús. La fe que salvó a Bartimeo no estaba en la claridad de sus ideas sobre Dios, sino en buscarlo, en querer encontrarlo. La fe es una cuestión de encuentro, no de teoría. En el encuentro Jesús pasa, en el encuentro palpita el corazón de la Iglesia. Entonces, lo que será eficaz es nuestro testimonio de vida, no nuestros sermones.
SENTIRSE NECESITADOS DE SALVACIÓN ES EL COMIENZO DE LA FE. ES EL CAMINO MÁS DIRECTO PARA ENCONTRAR A JESÚS
Y a todos vosotros que habéis participado en este “caminar juntos”, os agradezco vuestro testimonio. Hemos trabajado en comunión y con franqueza, con el deseo de servir a Dios y a su pueblo. Que el Señor bendiga nuestros pasos, para que podamos escuchar a los jóvenes, hacernos prójimos suyos y testimoniarles la alegría de nuestra vida: Jesús
El Papa Francisco ha clausurado el Sínodo de los Obispos con una misa celebrada en la Basílica de San Pedro. En su homilía, el Pontífice ha indicado tres pasos fundamentales para acompañar el camino de la fe: escuchar, hacernos prójimos y testimoniar en nombre de Jesús.
El episodio que hemos escuchado es el último que narra el evangelista Marcos sobre el ministerio itinerante de Jesús, quien poco después entrará en Jerusalén para morir y resucitar. Bartimeo es, por lo tanto, el último que sigue a Jesús en el camino: de ser un mendigo al borde de la vía en Jericó, se convierte en un discípulo que va con los demás a Jerusalén. Nosotros también hemos caminado juntos, hemos “hecho sínodo” y ahora este evangelio sella tres pasos fundamentales para el camino de la fe.
Escuchar, antes de hablar. El apostolado del oído
En primer lugar, nos fijamos en Bartimeo: su nombre significa “hijo de Timeo”. Y el texto lo especifica: «El hijo de Timeo, Bartimeo» (Mc 10,46). Pero, mientras el Evangelio lo reafirma, surge una paradoja: el padre está ausente. Bartimeo yace solo junto al camino, lejos de casa y sin un padre: no es alguien amado sino abandonado. Es ciego y no tiene quien lo escuche; y cuando quería hablar lo hacían callar. Jesús escucha su grito. Y cuando lo encuentra le deja hablar. No era difícil adivinar lo que Bartimeo le habría pedido: es evidente que un ciego lo que quiere es tener o recuperar su vista. Pero Jesús no es expeditivo, da tiempo a la escucha. Este es el primer paso para facilitar el camino de la fe: escuchar. Es el apostolado del oído: escuchar, antes de hablar.
ESTE ES EL PRIMER PASO PARA FACILITAR EL CAMINO DE LA FE:ESCUCHAR. ES EL APOSTOLADO DEL OÍDO: ESCUCHAR, ANTES DE HABLAR
Por el contrario, muchos de los que estaban con Jesús imprecaban a Bartimeo para que se callara (cf. v. 48). Para estos discípulos, el necesitado era una molestia en el camino, un imprevisto en el programa predeterminado. Preferían sus tiempos a los del Maestro, sus palabras en lugar de escuchar a los demás: seguían a Jesús, pero lo que tenían en mente eran sus propios planes. Es un peligro del que tenemos que prevenirnos siempre.
Para Jesús, en cambio, el grito del que pide ayuda no es algo molesto que dificulta el camino, sino una pregunta vital. ¡Qué importante es para nosotros escuchar la vida! Los hijos del Padre celestial escuchan a sus hermanos: no las murmuraciones inútiles, sino las necesidades del prójimo. Escuchar con amor, con paciencia, como hace Dios con nosotros, con nuestras oraciones a menudo repetitivas. Dios nunca se cansa, siempre se alegra cuando lo buscamos. Pidamos también nosotros la gracia de un corazón dócil para escuchar.
Me gustaría decirles a los jóvenes, en nombre de todos nosotros, adultos: disculpadnos si a menudo no os hemos escuchado; si, en lugar de abrir vuestro corazón, os hemos llenado los oídos. Como Iglesia de Jesús deseamos escucharos con amor, seguros de dos cosas: que vuestra vida es preciosa ante Dios, porque Dios es joven y ama a los jóvenes; y que vuestra vida también es preciosa para nosotros, más aún, es necesaria para seguir adelante.
Hacerse prójimos para transmitir el corazón de la fe
Después de la escucha, un segundo paso para acompañar el camino de fe: hacerse prójimos. Miramos a Jesús, que no delega en alguien de la «multitud» que lo seguía, sino que se encuentra con Bartimeo en persona. Le dice: «¿Qué quieres que haga por ti?» (v. 51). Qué quieres: Jesús se identifica con Bartimeo, no prescinde de sus expectativas; que yo haga: hacer, no solo hablar; por ti: no de acuerdo con ideas preestablecidas para cualquiera, sino para ti, en tu situación. Así lo hace Dios, implicándose en primera persona con un amor de predilección por cada uno. Ya en su modo de actuar transmite su mensaje: así la fe brota en la vida.
PROXIMIDAD: AQUÍ ESTÁ EL SECRETO PARA TRANSMITIR EL CORAZÓN DE LA FE, NO UN ASPECTO SECUNDARIO
La fe pasa por la vida. Cuando la fe se concentra exclusivamente en las formulaciones doctrinales, se corre el riesgo de hablar solo a la cabeza, sin tocar el corazón. Y cuando se concentra solo en el hacer, corre el riesgo de convertirse en moralismo y de reducirse a lo social. La fe, en cambio, es vida: es vivir el amor de Dios que ha cambiado nuestra existencia. No podemos ser doctrinalistas o activistas; estamos llamados a realizar la obra de Dios al modo de Dios, en la proximidad: unidos a él, en comunión entre nosotros, cercanos a nuestros hermanos. Proximidad: aquí está el secreto para transmitir el corazón de la fe, no un aspecto secundario.
Hacerse prójimos es llevar la novedad de Dios a la vida del hermano, es el antídoto contra la tentación de las recetas preparadas. Preguntémonos si somos cristianos capaces de ser prójimos, de salir de nuestros círculos para abrazar a los que “no son de los nuestros” y que Dios busca ardientemente.
HACERSE PRÓJIMOS ES LLEVAR LA NOVEDAD DE DIOS A LA VIDA DEL HERMANO, ES EL ANTÍDOTO CONTRA LA TENTACIÓN DE LAS RECETAS PREPARADAS
Siempre existe esa tentación que se repite tantas veces en las Escrituras: lavarse las manos. Es lo que hace la multitud en el Evangelio de hoy, es lo que hizo Caín con Abel, es lo que hará Pilato con Jesús: lavarse las manos. Nosotros, en cambio, queremos imitar a Jesús, e igual que él ensuciarnos las manos. Él, el camino (cf. Jn 14,6), por Bartimeo se ha detenido en el camino. Él, la luz del mundo (cf. Jn 9,5), se ha inclinado sobre un ciego.
Reconozcamos que el Señor se ha ensuciado las manos por cada uno de nosotros, y miremos la cruz y recomencemos desde allí, del recordarnos que Dios se hizo mi prójimo en el pecado y la muerte. Se hizo mi prójimo: todo viene de allí. Y cuando por amor a él también nosotros nos hacemos prójimos, nos convertimos en portadores de nueva vida: no en maestros de todos, no en expertos de lo sagrado, sino en testigos del amor que salva.
Testimoniar
Testimoniar es el tercer paso. Fijémonos en los discípulos que llaman a Bartimeo: no van a él, que mendigaba, con una moneda tranquilizadora o a dispensar consejos; van en el nombre de Jesús. De hecho, le dirigen solo tres palabras, todas de Jesús: «Ánimo, levántate, que te llama» (v. 49). En el resto del Evangelio, solo Jesús dice ánimo, porque solo él resucita el corazón. Solo Jesús dice en el Evangelio levántate, para sanar el espíritu y el cuerpo. Solo Jesús llama, cambiando la vida del que lo sigue, levantando al que está por el suelo, llevando la luz de Dios en la oscuridad de la vida.
Muchos hijos, muchos jóvenes, como Bartimeo, buscan una luz en la vida. Buscan un amor verdadero. Y al igual que Bartimeo que, a pesar de la multitud, invoca solo a Jesús, también ellos invocan la vida, pero a menudo solo encuentran promesas falsas y unos pocos que se interesan de verdad por ellos.
NO ES CRISTIANO ESPERAR QUE LOS HERMANOS QUE ESTÁN EN BUSCA LLAMEN A NUESTRAS PUERTAS; TENDREMOS QUE IR DONDE ESTÁN ELLOS
No es cristiano esperar que los hermanos que están en busca llamen a nuestras puertas; tendremos que ir donde están ellos, no llevándonos a nosotros mismos, sino a Jesús. Él nos envía, como a aquellos discípulos, para animar y levantar en su nombre. Él nos envía a decirles a todos: “Dios te pide que te dejes amar por él”.
Cuántas veces, en lugar de este mensaje liberador de salvación, nos hemos llevado a nosotros mismos, nuestras “recetas”, nuestras “etiquetas” en la Iglesia. Cuántas veces, en vez de hacer nuestras las palabras del Señor, hemos hecho pasar nuestras ideas por palabra suya. Cuántas veces la gente siente más el peso de nuestras instituciones que la presencia amiga de Jesús. Entonces pasamos por una ONG, por una organización paraestatal, no por la comunidad de los salvados que viven la alegría del Señor.
Escuchar, hacerse prójimos, testimoniar. El camino de fe termina en el Evangelio de una manera hermosa y sorprendente, con Jesús que dice: «Anda, tu fe te ha salvado» (v. 52). Y, sin embargo, Bartimeo no hizo profesiones de fe, no hizo ninguna obra; solo pidió compasión. Sentirse necesitados de salvación es el comienzo de la fe. Es el camino más directo para encontrar a Jesús. La fe que salvó a Bartimeo no estaba en la claridad de sus ideas sobre Dios, sino en buscarlo, en querer encontrarlo. La fe es una cuestión de encuentro, no de teoría. En el encuentro Jesús pasa, en el encuentro palpita el corazón de la Iglesia. Entonces, lo que será eficaz es nuestro testimonio de vida, no nuestros sermones.
SENTIRSE NECESITADOS DE SALVACIÓN ES EL COMIENZO DE LA FE. ES EL CAMINO MÁS DIRECTO PARA ENCONTRAR A JESÚS
Y a todos vosotros que habéis participado en este “caminar juntos”, os agradezco vuestro testimonio. Hemos trabajado en comunión y con franqueza, con el deseo de servir a Dios y a su pueblo. Que el Señor bendiga nuestros pasos, para que podamos escuchar a los jóvenes, hacernos prójimos suyos y testimoniarles la alegría de nuestra vida: Jesús
10 de septiembre de 2018
«Si un joven es capaz de seguir a un instagramer o a un youtuber, ¿cómo no va a ser capaz de seguir a Cristo?»
«Si un joven es capaz de seguir a un instagramer o a un youtuber, ¿cómo no va a ser capaz de seguir a Cristo?»
Carlos Santana (Granada, 1995) aparcó una incipiente carrera como periodista económico para incorporarse a la Dirección de Comunicación de los Agustinos Recoletos, hace apenas un año. En estos meses, para impulsar el efecto del Sínodo, la centenaria institución heredera del carisma agustiniano, celebra un Año Vocacional.
Carlos Santana (Granada, 1995) trabaja en la Dirección de Comunicación de los Agustinos Recoletos.
“10 preguntas sobre el Sínodo” es una serie de entrevistas realizadas a diferentes personas, a raíz del encuentro convocado por el Papa Francisco. En octubre, Obispos de todo el mundo de reunirán en Roma para profundizar en la relación de los jóvenes con la fe, la cuestión del descubrimiento de la propia vocación y el discernimiento como elemento propio del cristiano para acertar con las decisiones importantes.
1. ¿Existe una desconexión entre el mensaje del evangelio y los jóvenes?
Existe, tanto entre en mensaje del evangelio y los jóvenes, como entre la Iglesia y los jóvenes, pero no creo que sea un problema del contenido. El mensaje del Evangelio es actual y muy juvenil. Como dice el periodista Juan Vicente Boo, “es muy tuitero”.
2. Entonces, ¿cuál es el problema?
En mi opinión, no hemos sabido explicarlo bien o adaptarlo al lenguaje y la recurrencia que necesitan los jóvenes. Pero lo importante es que todavía estamos a tiempo, porque Dios también es joven: nace y resucita todos los años y sus valores son los que la juventud necesita y está pidiendo.
3, Personalmente, ¿qué esperas de este Sínodo?
Toda la Iglesia, y especialmente los jóvenes, tenemos mucha esperanza en él, en que salgan propuestas e ideas para pensar en la juventud de otra manera, desde dentro de la Iglesia. Algo falla cuando estamos acostumbrados a ver personas mayores en Misa y, sin embargo, nos extraña cuando encontramos a una persona joven. El Papa Francisco decía recientemente, “sin los jóvenes, la Santa Madre Iglesia se convierte en la Santa Abuela Iglesia” y, en mi opinión, se están poniendo muchos ladrillos para construir el gran edificio que puede salir después del Sínodo.
4. Desde la institución Agustino Recoleta, ¿estáis haciendo algo especial para prepararlo?
La orden está celebrando en este 2018 el “Año Vocacional” y el Sínodo entra dentro del mismo. En todos los países donde está presente la orden estamos realizando la “expedición vocacional”, un modo de dar a conocer el carisma Agustino Recoleto a los jóvenes y llamándoles a discernir su vocación con un sentido amplio, como nos está pidiendo el Papa. El culmen del proyecto será la JMJ de Panamá, en enero de 2019.
5. Tú que te encargas de la comunicación de una institución de la Iglesia, ¿cómo crees que deben hacer éstas para que las conclusiones de este Sínodo calen internamente a todos los niveles?
Habrá que esperar a ver las conclusiones, qué es lo que dicen los Obispos y el documento que saque el Papa a posteriori. Pero, al margen de eso, creo que el gran reto que tenemos las instituciones de la Iglesia es esa adaptación del mensaje del evangelio a los jóvenes de hoy en día: hacerlo tuitero, de Instagram, de Facebook… y mostrarles a través de esas plataformas los frutos del Sínodo.
6. El hecho de que la mayoría de los pastores de la Iglesia sean personas mayores dificulta su conexión de los jóvenes…
En un problema, sí, pero también tiene una parte positiva. Las vocaciones jóvenes que está habiendo son testimonios que impactan mucho, dentro de un panorama en el que la mayoría va a su aire y dice no tener nada que ver con Dios. Que en medio de esto llegue una persona –en nuestro caso, vestido de fraile- y te cuente cómo conoció a Dios y cómo decidió seguirle, llega mucho más al corazón que si hubiera muchas vocaciones y todo el mundo hablara.
7. En el documento de la reunión Pre-Sinodal decía “es necesario que la Iglesia reflexione sobre su concepción de los jóvenes y el modo de interactuar con ellos, para ser una guía que sea efectiva, relevante y dadora de vida”. ¿Crees que es un tema de tecnología, de discurso, de reputación por algunas crisis…?
Más que todo eso –que, evidentemente, no ha ayudado– yo creo que el problema es que, durante muchos años, no se les ha tenido en cuenta. También porque los jóvenes tenían menos presencia en la sociedad pero hoy en día hay chicos y chicas muy preparados, que están haciendo cosas relevantes en todo el mundo. Sin embargo, en la Iglesia no se les ha buscado. Creíamos que iban a venir ellos solos y no ha sido así. Todo esto nos ha llevado a la atmósfera actual, donde hay tanta gente que vive sin querer saber nada de Dios. Para la Iglesia, este Sínodo es una oportunidad de acercamiento.
8. Dice también que “los jóvenes buscan fieles que les acompañen”, algo a lo que las instituciones de la Iglesia deberíamos de dar respuesta. ¿Cómo podemos hacerlo mejor?
Quizá tendríamos que mejorar la imagen que damos de Dios y de la fe. Muchas personas piensan que ser cristiano significa cumplir unas normas: Ir a Misa todos los domingos, confesarse… pero es al revés, cuando los jóvenes descubran a Dios, van a ir a Misa porque van a sentir la necesidad de hacerlo. Tenemos que mostrarle a cada persona un Cristo cercano, que le quiere, que ha muerto en la cruz por él y, a la vez, es capaz de perdonarle siempre, haga lo que haga.
9. Después de unas generaciones donde la fe ha ido decreciendo lentamente, ¿cuáles crees que son las mayores dificultades de la juventud actual para encontrarse con Dios?
Los jóvenes de hoy somos “víctimas” de una sociedad individualista (que piensa en sí misma, en su teléfono móvil…) y bastante desarraigada de los demás. En general, hay mucho desconocimiento de lo que es el amor y también de ciertos valores cristianos, como el perdón o la reflexión. Ahora se vive corriendo, sin pensar mucho.
10. Y, con respecto a otras generaciones, ¿qué les puede facilitar más el encuentro con Cristo?
La esperanza y la pasión que sienten por todo. Lo que les gusta, lo siguen con mucha fuerza. Si un joven es capaz de seguir a un instagramer o a unyoutuber, ¿cómo no va a ser capaz de seguir a Dios?
3 de abril de 2018
ALGUNAS ACTIVIDADES
☆ JUEVES 05: OCTAVA DE PASCUA. FIESTA DE SAN VICENTE FERRER.
• 3:00 pm: Santo Rosario.
• 4:00 pm: Santa Misa Solemne en San Vicente Ferrer – Alpargatón.
Procesión.
☆ SABADO 07: OCTAVA DE PASCUA
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
• 9:00 am: Evaluación de actividades.
☆ DOMINGO 08: II DE PASCUA. DIVINA MISERICORDIA.
• 8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
• 10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
• 3:00 pm: Coronilla de la Divina Misericordia en Cristo Rey.
Compartir.
☆ LUNES 09: SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR. JORNADA MUNDIAL DEL NIÑO POR NACER.
• 4:00 pm: Santo Rosario.
• 5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.
“Invitar a todas las embarazadas y madres con sus hijos”
21 de marzo de 2018
HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA.
HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA. MENSAJE DE SEMANA SANTA DE
MONS. SAUL FIGUEROA, OBISPO DE PUERTO CABELLO, VIERNES DE CONCILIO 23 DE ABRIL DE 2018
A los sacerdotes, religiosas, religiosas y fieles laicos:
La situación actual de nuestro país es realmente deprimente. Nos impide ver el lado positivo de las cosas, por el contrario nos impulsa a la pasividad y sobre todo a la desesperación, la falta de esperanza. Y esto es lo peor que puede sucederle a una persona y, sobre todo a un cristiano. No tener esperanza, es andar a merced de los que va ocurriendo o estar a la expectativa de un cambio de la situación que nunca viene o no se sabe cuando puede ocurrir. Desesperados, vivir sin esperanza es lo peor que nos puede ocurrir. Pero, precisamente la luz pascual de la Resurrección nos trae la realización de la esperanza cristiana. Es el paso de le muerte a la vida, de la oscuridad a la claridad. Se acabó la muerte. La muerte ha sido vencida para siempre y solo queda ahora el reino de la vida, el reino de la luz. La resurrección es la implantación en nuestra vida actual, no en la futura o la del mañana, de la esperanza sobre la desesperación.
El Papa Benedicto XVI dejó una hermosísima encíclica sobre el tema de la esperanza, fue su segunda encíclica. Spe Salvi. Salvados en la esperanza. La encíclica toma su titulo de la frase de San Pablo de Rm 8,24. El Papa nos explica que hemos sido creados con una necesidad de lo infinito, que es Dios mismo, y que por muchas esperanzas que el hombre ponga en la Tierra, al final ninguna otra le satisface.
A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra. Puede ser la esperanza del amor a una persona; la esperanza de cierta posición en la profesión, de uno u otro éxito determinante para el resto de su vida. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, aunque sea bueno, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar (Cfr. Spe Salvi) 13).
LA CARTA A LOS HEBREOS
“La fe es garantía de lo que se espera y prueba de lo que no se ve”. (He 11,1). En nuestra opinión es el texto más contundente del nuevo testamento sobre la esperanza cristiana. Aquí el autor llega a identificar la fe con la esperanza. Y no solo esto, sino que la esperanza se convierte en seguridad de que ya en el presente en virtud de la resurrección de Cristo está sucediendo lo que el Señor ha prometido. Ya gozamos de los bienes del futuro y por eso con razón san Pablo dice muy bien que hemos sido salvados en la esperanza. Entonces hermanos porque el pesimismo, porque la desesperación, porque la angustia, porque la ansiedad. Es normal que sintamos desazón ante lo que está pasando en el presente, pero sabemos que eso ya fue superado aunque actualmente lo experimentemos. Pero en el fondo esos malos actuales son un espejismo superados ya por la certeza y el gozo actual de la salvación
¿QUÉ DISTINGUE A LA ESPERANZA CRISTIANA?
La esperanza cristiana es distinta a todas las otras porque ofrece la unión con Dios a través de Jesucristo. Nosotros necesitamos tener esperanzas que día a día nos mantengan en camino. Pero sin la gran esperanza, aquellas no bastan. Esta gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar. Dios es el fundamento de la esperanza; pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo. Su reino no es imaginario, situado en un futuro que nunca llega; su reino está presente allí donde. Sólo su amor nos da la posibilidad de perseverar día a día con toda sobriedad, sin perder el impulso de la esperanza, en un mundo que por su naturaleza es imperfecto. Y, al mismo tiempo, su amor es para nosotros la garantía de que existe aquello que sólo llegamos a intuir vagamente y que, sin embargo, esperamos en lo más íntimo de nuestro ser: la vida (Spe Salvi 31).
¿ES INDIVIDUALISTA LA ESPERANZA CRISTIANA?
En nuestra época se ha desencadenado una crítica cada vez más dura contra la esperanza cristiana, caracterizándola como una forma de “abandonar el mundo a su miseria y ampararse en una salvación eterna exclusivamente privada”. Pero la realidad es totalmente al contrario, todos los aspectos de la fe cristiana, incluida la esperanza, son compartidos con los demás creyentes mediante nuestra comunión con Cristo Jesús.
Nuestras existencias están en profunda comunión entre sí, entrelazadas unas con otras a través de múltiples interacciones. Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa”.
Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal”.
¿QUÉ CLASES DE FALSAS ESPERANZAS EXISTEN EN EL MUNDO ACTUAL?
Mucha gente ha abandonado la esperanza, porque creen que sus vidas están sujetas a fuerzas incontrolables del universo. Sin embargo, como explica el Papa en Spe Salvi:
No son los elementos del cosmos, las leyes de la materia, lo que en definitiva gobierna el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir, el universo; la última instancia no son las leyes de la materia y de la evolución, sino la razón, la voluntad, el amor: una Persona. Y si conocemos a esta Persona, y ella a nosotros, entonces el inexorable poder de los elementos materiales ya no es la última instancia; ya no somos esclavos del universo y de sus leyes, ahora somos libres”.
Hay personas que ponen su esperanza en los bienes materiales, pero nuestra fe, la sustancia de la esperanza, es superior a cualquier sustancia material, “provee nuevos cimientos que relativizan los cimientos habituales, la fiabilidad de los bienes materiales”.
Otras personas ponen su esperanza en el progreso. Buscan su salvación a través del activismo político y de la tecnología. Sin embargo la ambigüedad del progreso se ha puesto de manifiesto en los horrores perpetrados en nombre del progreso.
Indudablemente, ofrece nuevas posibilidades para el bien, pero también abre posibilidades abismales para el mal, posibilidades que antes no existían. Todos nosotros hemos sido testigos de cómo el progreso, en manos equivocadas, puede convertirse, y se ha convertido de hecho, en un progreso terrible en el mal. Si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética del hombre, con el crecimiento del hombre interior (cf. Ef 3,16; 2 Co 4,16), no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el mundo.
¿CÓMO PODEMOS CULTIVAR LA ESPERANZA?
El Papa indica cuatro lugares para aprender y cultivar la esperanza.
El primero es la ORACIÓN: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. (...) Si ya no hay nadie que pueda ayudarme (...) Él puede ayudarme". (…) Si me veo relegado a la extrema soledad... el que reza nunca está totalmente solo”. (Spe Salvi 32)
Después de la oración esta el ACTUAR. “Toda actuación seria y recta del hombre es esperanza en acción. (…) Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. (…) La esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y es esperanza activa, con la cual luchamos (...) para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano. Y solamente si sé que mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiados por el poder indestructible del amor, puedo esperar”. (Spe Salvi 35)
En tercer lugar el Papa indica el SUFRIMIENTO como lugar de aprendizaje de la esperanza. "Conviene ciertamente hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento", sin embargo "lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento (...) sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito. (...) Es también fundamental, saber sufrir con los demás y por los demás. "Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren (...) es una sociedad cruel e inhumana". (Salvi 37)
Finalmente, otro lugar para aprender la esperanza es el JUICIO DE DIOS. (...) Existe la resurrección de la carne. Existe una justicia. Existe la "revocación" del sufrimiento pasado, la reparación que restablece el derecho". El Papa se muestra "convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento esencial, o en todo caso, el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida eterna". Es imposible que "la injusticia de la historia sea la última palabra. (...) Pero en su justicia está también la gracia". "La gracia no excluye la justicia... Al final, los malvados, en el banquete eterno, no se sentarán indistintamente a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada". (Spe salvi 44).
SIGNOS DE QUE HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA EN ESTA SEMANA SANTA
El pasado 19 de marzo, día de San José, la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, emitió un extraordinario mensaje, donde, aparte de indicar el diagnostico conocido de nuestra realidad, alienta a los católicos y comunidades a salir del estado de desesperación y vivir la esperanza y la caridad que nos proporciona la Resurrección de Jesús. “Con la Resurrección del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo”. (Presidencia de la conferencia episcopal venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10)
El mensaje nos da unas pautas motivadoras para vivir esta semana santa lo que hemos venido sosteniendo en las líneas anteriores sobre cómo vivir con la conciencia de que hemos sido salvados en la esperanza. Quien tiene esta conciencia irrevocablemente, se ve impulsado a compartir y tener caridad, particularmente con los que más sufren. En otras palabras la caridad una expresión de la esperanza. Al fin y al cabo cuando se en esperanza todo desemboca en la caridad. Por ello, ahora simplemente señalo las iniciativas y actividades que propone la presidencia del Episcopado venezolano
• Qué hermoso sería que el Domingo de Resurrección, como expresión de nuestra fe en el Resucitado que nos ha hecho hijos de Dios Padre y, por tanto hermanos, en cada una de nuestras comunidades parroquiales se pueda tener una “olla comunitaria” o una “comida fraterna”, en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados.
• Que a lo largo de los últimos días de Cuaresma, de la Semana Santa y de Pascua intensifiquemos las visitas a los enfermos, a los ancianos, a los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas, para llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
• Sugerimos que en toda Venezuela, del 19 al 22 de abril, además de organizar una jornada nacional de oración, al estilo de las “Cuarenta Horas”, en todas las comunidades parroquiales y eclesiales, se hagan gestos significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad.
• Mención particular deben tener en nuestras oraciones todas las personas, la mayoría jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado fueron asesinadas por reclamar los valores de la democracia en el país. Su memoria y entrega no deben ser olvidadas. La justicia prevalecerá cn algún momento de nuestra historia Patria. Igualmente el día de Pentecostés a celebrarse el próximo 20 de mayo, pidamos que el Espíritu Santo ilumine nuestras mentes para discernir el camino a seguir para la recuperación del país. (Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10).
Con la certeza que hemos sido salvados en la esperanza y bajo la protección de nuestra señora del Valle les imparto mi bendición y les deseo una felices Pascua de Resurrección.
Mons. Saúl Figueroa Albornoz
Obispo de Puerto Cabello
En Puerto Cabello, Viernes de Concilio 23 de marzo de 2018
MONS. SAUL FIGUEROA, OBISPO DE PUERTO CABELLO, VIERNES DE CONCILIO 23 DE ABRIL DE 2018
A los sacerdotes, religiosas, religiosas y fieles laicos:
La situación actual de nuestro país es realmente deprimente. Nos impide ver el lado positivo de las cosas, por el contrario nos impulsa a la pasividad y sobre todo a la desesperación, la falta de esperanza. Y esto es lo peor que puede sucederle a una persona y, sobre todo a un cristiano. No tener esperanza, es andar a merced de los que va ocurriendo o estar a la expectativa de un cambio de la situación que nunca viene o no se sabe cuando puede ocurrir. Desesperados, vivir sin esperanza es lo peor que nos puede ocurrir. Pero, precisamente la luz pascual de la Resurrección nos trae la realización de la esperanza cristiana. Es el paso de le muerte a la vida, de la oscuridad a la claridad. Se acabó la muerte. La muerte ha sido vencida para siempre y solo queda ahora el reino de la vida, el reino de la luz. La resurrección es la implantación en nuestra vida actual, no en la futura o la del mañana, de la esperanza sobre la desesperación.
El Papa Benedicto XVI dejó una hermosísima encíclica sobre el tema de la esperanza, fue su segunda encíclica. Spe Salvi. Salvados en la esperanza. La encíclica toma su titulo de la frase de San Pablo de Rm 8,24. El Papa nos explica que hemos sido creados con una necesidad de lo infinito, que es Dios mismo, y que por muchas esperanzas que el hombre ponga en la Tierra, al final ninguna otra le satisface.
A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra. Puede ser la esperanza del amor a una persona; la esperanza de cierta posición en la profesión, de uno u otro éxito determinante para el resto de su vida. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, aunque sea bueno, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar (Cfr. Spe Salvi) 13).
LA CARTA A LOS HEBREOS
“La fe es garantía de lo que se espera y prueba de lo que no se ve”. (He 11,1). En nuestra opinión es el texto más contundente del nuevo testamento sobre la esperanza cristiana. Aquí el autor llega a identificar la fe con la esperanza. Y no solo esto, sino que la esperanza se convierte en seguridad de que ya en el presente en virtud de la resurrección de Cristo está sucediendo lo que el Señor ha prometido. Ya gozamos de los bienes del futuro y por eso con razón san Pablo dice muy bien que hemos sido salvados en la esperanza. Entonces hermanos porque el pesimismo, porque la desesperación, porque la angustia, porque la ansiedad. Es normal que sintamos desazón ante lo que está pasando en el presente, pero sabemos que eso ya fue superado aunque actualmente lo experimentemos. Pero en el fondo esos malos actuales son un espejismo superados ya por la certeza y el gozo actual de la salvación
¿QUÉ DISTINGUE A LA ESPERANZA CRISTIANA?
La esperanza cristiana es distinta a todas las otras porque ofrece la unión con Dios a través de Jesucristo. Nosotros necesitamos tener esperanzas que día a día nos mantengan en camino. Pero sin la gran esperanza, aquellas no bastan. Esta gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar. Dios es el fundamento de la esperanza; pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo. Su reino no es imaginario, situado en un futuro que nunca llega; su reino está presente allí donde. Sólo su amor nos da la posibilidad de perseverar día a día con toda sobriedad, sin perder el impulso de la esperanza, en un mundo que por su naturaleza es imperfecto. Y, al mismo tiempo, su amor es para nosotros la garantía de que existe aquello que sólo llegamos a intuir vagamente y que, sin embargo, esperamos en lo más íntimo de nuestro ser: la vida (Spe Salvi 31).
¿ES INDIVIDUALISTA LA ESPERANZA CRISTIANA?
En nuestra época se ha desencadenado una crítica cada vez más dura contra la esperanza cristiana, caracterizándola como una forma de “abandonar el mundo a su miseria y ampararse en una salvación eterna exclusivamente privada”. Pero la realidad es totalmente al contrario, todos los aspectos de la fe cristiana, incluida la esperanza, son compartidos con los demás creyentes mediante nuestra comunión con Cristo Jesús.
Nuestras existencias están en profunda comunión entre sí, entrelazadas unas con otras a través de múltiples interacciones. Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa”.
Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal”.
¿QUÉ CLASES DE FALSAS ESPERANZAS EXISTEN EN EL MUNDO ACTUAL?
Mucha gente ha abandonado la esperanza, porque creen que sus vidas están sujetas a fuerzas incontrolables del universo. Sin embargo, como explica el Papa en Spe Salvi:
No son los elementos del cosmos, las leyes de la materia, lo que en definitiva gobierna el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir, el universo; la última instancia no son las leyes de la materia y de la evolución, sino la razón, la voluntad, el amor: una Persona. Y si conocemos a esta Persona, y ella a nosotros, entonces el inexorable poder de los elementos materiales ya no es la última instancia; ya no somos esclavos del universo y de sus leyes, ahora somos libres”.
Hay personas que ponen su esperanza en los bienes materiales, pero nuestra fe, la sustancia de la esperanza, es superior a cualquier sustancia material, “provee nuevos cimientos que relativizan los cimientos habituales, la fiabilidad de los bienes materiales”.
Otras personas ponen su esperanza en el progreso. Buscan su salvación a través del activismo político y de la tecnología. Sin embargo la ambigüedad del progreso se ha puesto de manifiesto en los horrores perpetrados en nombre del progreso.
Indudablemente, ofrece nuevas posibilidades para el bien, pero también abre posibilidades abismales para el mal, posibilidades que antes no existían. Todos nosotros hemos sido testigos de cómo el progreso, en manos equivocadas, puede convertirse, y se ha convertido de hecho, en un progreso terrible en el mal. Si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética del hombre, con el crecimiento del hombre interior (cf. Ef 3,16; 2 Co 4,16), no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el mundo.
¿CÓMO PODEMOS CULTIVAR LA ESPERANZA?
El Papa indica cuatro lugares para aprender y cultivar la esperanza.
El primero es la ORACIÓN: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. (...) Si ya no hay nadie que pueda ayudarme (...) Él puede ayudarme". (…) Si me veo relegado a la extrema soledad... el que reza nunca está totalmente solo”. (Spe Salvi 32)
Después de la oración esta el ACTUAR. “Toda actuación seria y recta del hombre es esperanza en acción. (…) Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. (…) La esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y es esperanza activa, con la cual luchamos (...) para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano. Y solamente si sé que mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiados por el poder indestructible del amor, puedo esperar”. (Spe Salvi 35)
En tercer lugar el Papa indica el SUFRIMIENTO como lugar de aprendizaje de la esperanza. "Conviene ciertamente hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento", sin embargo "lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento (...) sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito. (...) Es también fundamental, saber sufrir con los demás y por los demás. "Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren (...) es una sociedad cruel e inhumana". (Salvi 37)
Finalmente, otro lugar para aprender la esperanza es el JUICIO DE DIOS. (...) Existe la resurrección de la carne. Existe una justicia. Existe la "revocación" del sufrimiento pasado, la reparación que restablece el derecho". El Papa se muestra "convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento esencial, o en todo caso, el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida eterna". Es imposible que "la injusticia de la historia sea la última palabra. (...) Pero en su justicia está también la gracia". "La gracia no excluye la justicia... Al final, los malvados, en el banquete eterno, no se sentarán indistintamente a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada". (Spe salvi 44).
SIGNOS DE QUE HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA EN ESTA SEMANA SANTA
El pasado 19 de marzo, día de San José, la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, emitió un extraordinario mensaje, donde, aparte de indicar el diagnostico conocido de nuestra realidad, alienta a los católicos y comunidades a salir del estado de desesperación y vivir la esperanza y la caridad que nos proporciona la Resurrección de Jesús. “Con la Resurrección del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo”. (Presidencia de la conferencia episcopal venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10)
El mensaje nos da unas pautas motivadoras para vivir esta semana santa lo que hemos venido sosteniendo en las líneas anteriores sobre cómo vivir con la conciencia de que hemos sido salvados en la esperanza. Quien tiene esta conciencia irrevocablemente, se ve impulsado a compartir y tener caridad, particularmente con los que más sufren. En otras palabras la caridad una expresión de la esperanza. Al fin y al cabo cuando se en esperanza todo desemboca en la caridad. Por ello, ahora simplemente señalo las iniciativas y actividades que propone la presidencia del Episcopado venezolano
• Qué hermoso sería que el Domingo de Resurrección, como expresión de nuestra fe en el Resucitado que nos ha hecho hijos de Dios Padre y, por tanto hermanos, en cada una de nuestras comunidades parroquiales se pueda tener una “olla comunitaria” o una “comida fraterna”, en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados.
• Que a lo largo de los últimos días de Cuaresma, de la Semana Santa y de Pascua intensifiquemos las visitas a los enfermos, a los ancianos, a los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas, para llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
• Sugerimos que en toda Venezuela, del 19 al 22 de abril, además de organizar una jornada nacional de oración, al estilo de las “Cuarenta Horas”, en todas las comunidades parroquiales y eclesiales, se hagan gestos significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad.
• Mención particular deben tener en nuestras oraciones todas las personas, la mayoría jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado fueron asesinadas por reclamar los valores de la democracia en el país. Su memoria y entrega no deben ser olvidadas. La justicia prevalecerá cn algún momento de nuestra historia Patria. Igualmente el día de Pentecostés a celebrarse el próximo 20 de mayo, pidamos que el Espíritu Santo ilumine nuestras mentes para discernir el camino a seguir para la recuperación del país. (Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10).
Con la certeza que hemos sido salvados en la esperanza y bajo la protección de nuestra señora del Valle les imparto mi bendición y les deseo una felices Pascua de Resurrección.
Mons. Saúl Figueroa Albornoz
Obispo de Puerto Cabello
En Puerto Cabello, Viernes de Concilio 23 de marzo de 2018
20 de marzo de 2018
MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS Y A LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD.
PRESIDENCIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA
MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS Y A LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD.
1. Terminando la Cuaresma y cercana la conmemoración de la
Semana Santa, nos disponemos a celebrar la Pascua del Resucitado. Es la fiesta
de la alegría que nos da el sabernos liberados del pecado y convertidos en
“hombres nuevos”. Este año, sobre todo por las circunstancias que nos rodean,
debido a la crisis generalizada que afecta particularmente a los más pobres,
ese tiempo pascual debe ser preparado y
vivido con espíritu de fraternidad, solidaridad, caridad y con mucha conciencia
de lo que queremos hacer con el futuro de nuestra Patria.
I. “¿Cómo podríamos cantar un cántico nuevo
en tierra extraña?” (Salmo 138)
2. En los últimos tiempos, Venezuela se ha convertido en una
especie de “tierra extraña” para todos. Con inmensas riquezas y
potencialidades, la nación se ha venido a menos, debido a la pretensión de
implantar un sistema totalitario, injusto, ineficiente, manipulador, donde el
juego de mantenerse en el poder a costa del sufrimiento del pueblo, es la
consigna. Junto a esto, además de ir eliminando las capacidades de producción de
bienes y servicios, ha aumentado la pobreza, la indefensión y la
desesperanza de los ciudadanos.
3. El deterioro ha sido inmenso: la falta de alimentos,
medicamentos y de otros productos, así como las fallas de energía eléctrica que
impide el trabajo productivo y el desarrollo normal de la vida cotidiana,
atenta contra la dignidad de las personas. Esto ha conducido a que un considerable número de venezolanos
decidan irse del país en búsqueda de nuevos horizontes, trayendo como
consecuencia el desarraigo y la tristeza en miles de familias; a otros los ha
empujado a la práctica del contrabando, el “bachaqueo” y variadas formas de
corrupción. Quienes nos quedamos luchamos por no perder la esperanza y llamamos
a los más débiles a defender sus derechos y recuperar las libertades perdidas.
4. La dirigencia política no ha estado ni está a la altura de la
problemática que sufren los venezolanos. Pareciera que la calidad de vida del
venezolano no es la prioridad de quienes nos gobiernan, pues son insensibles
ante tanto dolor, sufrimiento y muerte. El Gobierno y sus seguidores tienen la
mayor responsabilidad, al querer imponer un régimen que mediatiza al ser
humano, y así mantener sus intereses políticos y económicos; el plan de la
patria ha sido nefasto para la vida de los venezolanos, los tan nombrados
motores de la revolución sólo han quedado en el papel. Los venezolanos no nos merecemos esto, mucho
menos quienes han estado sumergidos en la pobreza y hoy han pasado a engrosar
el número de personas en la miseria. Es imposible que un pueblo con hambre, con
enfermedades y sin oportunidades, pueda pensar en el desarrollo integral de la
Patria; y más difícil es entender cómo personas que están sufriendo tantas
calamidades se adhieren aún a las propuestas gubernamentales que les hacen
sufrir, que han quebrado a la nación, y han propiciado que funcionarios
públicos hayan hecho de ella su hacienda y peculio personal.
5. Como lo hemos hecho en otras oportunidades, llamamos a la
dirigencia que disiente del oficialismo, que cada día es más numerosa, a una
mayor coherencia en sus prácticas y acciones. La unidad se construye en la
pluralidad. Por tanto, no se debe satanizar a todos los que tengan opiniones
divergentes, sino más bien, asumir la realidad que vivimos los venezolanos
siendo todos más conscientes de dicha unidad. Con ello, se podrá tener un
horizonte más claro en el que el reclamo exigente de una salida democrática y
pacífica, supere la terquedad de un gobierno que se hace cada vez más ilegítimo
por sus actuaciones y por la creciente represión hasta para quienes han sido
sus miembros. Hay que tratar de sumar cada día más a todas las instituciones y
sectores, sin olvidar que las organizaciones populares tienen un lugar
primordial, pues son ellas las protagonistas de la vida ciudadana. Nuevamente
recordamos que el pueblo, y en especial los pobres, es el auténtico sujeto social del cambio y
del desarrollo del país.
6. Los venezolanos estamos convencidos, que no es con las
dádivas gubernamentales ni con las promesas de los dirigentes políticos como se
va a solucionar la grave situación que afronta nuestra Venezuela. Si el pueblo
no es tomado en cuenta como protagonista de los cambios necesarios en lo
político, económico y social, crecerán la desilusión, la migración, la desconfianza, el conformismo
y la pobreza. Entonces nos preguntamos con el salmista, “¿Cómo cantar un
cántico nuevo en esta tierra que cada día se vuelve extraña?”
II. “Lo que hicieron
a uno de estos pequeños, a Mí me lo hicieron” (Mt. 25,40).
7. Para los cristianos, esta situación no puede ser ajena a
nuestras preocupaciones, oraciones, compromisos evangelizadores y de promoción
humana. En primer lugar porque formamos parte de este pueblo sufriente; en
segundo lugar porque nuestra fe en Jesús nos lleva a tener y testimoniar una
permanente opción preferencial por los más pobres, excluidos y afligidos de la
sociedad; y en tercer lugar, porque esa misma fe, vivida en caridad nos impulsa
a hacer realidad en nuestra nación el Reino de Dios, que lo es de justicia,
paz, amor, verdad y libertad. Somos solidarios no por un sentimiento, sino por
nuestra pertenencia a ese pueblo con el cual compartimos sus esperanzas y
gozos, sus angustias y problemas (cf. G.S. 1). El tiempo que vivimos debe ser una ocasión propicia para manifestar la
misericordia del Padre Dios, a través de nuestras obras y testimonio de una
caridad fructífera: Caridad y misericordia que deben conducirnos a trabajar
también por la reconciliación en nuestra Patria.
8. A todos los dirigentes políticos, sociales y económicos, les
queremos recordar que cualquier cosa que se haga a cada uno de los hermanos que
empeore su situación de vida, sea menosprecio, imposición de cargas pesadas,
empobrecimiento, olvido de su protagonismo, robo de lo que les pertenece, se le
está haciendo al mismo Jesús. No hay que olvidar que, al final, seremos
juzgados por el amor con el cual hayamos vivido y trabajado. Algunos dirán que
su fe no se fundamenta en Jesús, sino en el poder que ostentan, pero les
recordamos que todo poder es efímero: así como lo han obtenido, podrán perderlo
en cualquier instante, y lo peor del caso es que quedarán expuestos a ser
juzgados por sus propias acciones y palabras.
9. La de los pobres es la causa de Jesús y, por ende, de la
Iglesia. Los obispos, sacerdotes,
religiosos, religiosas y laicos de nuestras comunidades eclesiales y grupos
apostólicos, al anunciar el Evangelio y construir el Reino de Dios, expresamos
no sólo nuestro compromiso solidario,
sino que garantizamos con nuestra entrega, el acompañamiento a los pobres, a
los que sufren y a quienes se sienten excluidos. Nuestras acciones de caridad y
acción social quieren ser una contribución para aliviar sus penas y también
para aportar soluciones que dignifiquen su existencia personal, familiar y
comunitaria. Todas nuestras instituciones están, hoy más que nunca, al servicio
del pueblo y con mayor énfasis, a los más necesitados.
III. “La comunidad
de los creyentes compartía todo lo que poseían… y nadie pasaba necesidad” (Hech.
2, 44-45).
10. Durante la Cuaresma solemos fortalecer nuestra vida de
creyentes con acciones de caridad y misericordia. Nuestra participación en las
diversas celebraciones litúrgicas y otros actos de devoción deben ser una bella
ocasión para reafirmar precisamente nuestro compromiso con los más necesitados.
De ahí, la importancia no sólo de prepararlas con dedicación junto con nuestros
sacerdotes y laicos, sino que hemos de predicar con decisión la Palabra de
Dios, para que sea iluminadora en estas circunstancias que todos vivimos.
Dedicaremos mayor tiempo para atender a las personas en sus necesidades
espirituales, de modo especial en el sacramento de la reconciliación. Debemos
recordar que durante la Semana Santa, al conmemorar la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesucristo, podemos acercarnos a los sacramentos, al encuentro
con la Palabra y la renovación de nuestros compromisos bautismales que nos
lleva al encuentro misericordioso con los más necesitados. Con la Resurrección
del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo.
Deseamos presentar en orden a lo expuesto, desde una perspectiva
eclesial, las siguientes propuestas:
• Qué hermoso sería que el Domingo de Resurrección, como
expresión de nuestra fe en el Resucitado que nos ha hecho hijos de Dios Padre
y, por tanto hermanos, en cada una de nuestras comunidades parroquiales se
pueda tener una “olla comunitaria” o una “comida fraterna”, en la que todos
participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados.
• Que a lo largo de los últimos días de Cuaresma, de la Semana
Santa y de Pascua intensifiquemos las visitas a los enfermos, a los ancianos, a
los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas,
para llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la
tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que
tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia
y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como
en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las
Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
• Sugerimos que en toda Venezuela, del 19 al 22 de abril, además
de organizar una jornada nacional de oración, al estilo de las “Cuarenta
Horas”, en todas las comunidades parroquiales y eclesiales, se hagan gestos
significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten
necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad.
• Mención particular deben tener en nuestras oraciones todas las
personas, la mayoría jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado
fueron asesinadas por reclamar los valores de la democracia en el país. Su
memoria y entrega no deben ser olvidadas. La justicia prevalecerá en algún
momento de nuestra historia Patria. Igualmente el día de Pentecostés a
celebrarse el próximo 20 de mayo, pidamos que el Espíritu Santo ilumine
nuestras mentes para discernir el camino a seguir para la recuperación del
país.
11. Como lo hemos señalado en nuestro comunicado del 29 de enero
pasado, en el pueblo reside la soberanía, por lo que ante esta situación tan
dolorosa y dramática que vivimos los venezolanos, urge que sea tomado en cuenta
como protagonista y sujeto de su cambio y de la construcción de la Venezuela
que todos queremos. Interpelamos a los dirigentes políticos, del Gobierno y de
la Oposición, así como a profesionales, miembros de los diversos gremios,
obreros, empresarios, trabajadores del campo, maestros y estudiantes: ¡Escuchen
el clamor del pueblo! Está pidiendo ser oído. No basta con promesas o con
pequeñas dádivas dirigidas a esclavizar y hacer improductivas a las personas.
No hay tiempo que perder y es la hora de un verdadero cambio para ser una
nación próspera y donde se viva en democracia, y todos encontremos una tierra
propia para construir sueños de libertad, fraternidad e inclusión social.
12. Imploramos la gracia del Espíritu Santo: que su luz y
sabiduría nos acompañe para poder contribuir a la salida justa, pacífica y
humana de la crisis que golpea a todos en Venezuela. Dios Padre nos ha dado el
hermoso regalo de su Hijo, quien con su muerte y resurrección nos ha dado la
vida nueva que hemos de vivir con decisión en el amor, en la justicia y la Paz.
Para ello, contamos con la maternal protección de María, Nuestra Señora de
Coromoto, Madre de todos los venezolanos.
Con nuestra bendición.
Caracas,
19 de marzo del año 2018, Festividad de San José.
+José
Luis Azuaje Ayala
Obispo
de Barinas
Presidente
de la CEV
+Mario
Moronta Rodríguez
Obispo
de San Cristóbal
1°
Vicepresidente de la CEV
+Raúl
Biord Castillo
Obispo
de La Guaira
2°
Vicepresidente de la CEV
+José
Trinidad Fernández Angulo
Obispo
Auxiliar de Caracas
Secretario
General de la CEV
+Jorge
Cardenal Uorsa S.
Arzobispo
de Caracas
Presidente
honorario de la CEV
+Baltazar
Cardenal Porras C.
Arzobispo
de Mérida
PROGRAMA SEMANA SANTA Y OCTAVA DE PASCUA
«La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros
todavía pecadores, murió por nosotros»
(Romanos. 5, 8).
-
VIERNES 23: CONCILIO. Cumpleaños de
María Barrios.
· 8:00
am: VIA CRUCIS POR LA VIDA Y NO LA VIOLENCIA
§ Desde
la Plaza Augusto Brand (Pz. El Violín-Marina Center) hasta la Iglesia Nuestra
Señora del Rosario – Malecón.
· 10:00
am: Santa Misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario – Malecón.
· 2:00 pm: Vía Crucis en la Capilla San Vicente Ferrer.
· 3:30 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
· 2:00 pm: Vía Crucis en la Capilla San Vicente Ferrer.
· 3:30 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
· 5:00
pm: Santa Misa en Cristo Rey.
-
SÁBADO 24:
· 8:00
am: Santa Misa en Cristo Rey – Colinas de Mara.
· 9:00
am: Limpieza del Templo.
· 9:00 am: Jornada Medico Asistencial: Asistencia a niños y Embarazadas, calle 14 de Banco Obrero, Sede de Caritas.
· 9:00 am: Jornada Medico Asistencial: Asistencia a niños y Embarazadas, calle 14 de Banco Obrero, Sede de Caritas.
-
DOMINGO 25: RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR.
· 7:45 am: Bendición de
las Palmas en el Sector las Amazonas – Procesión a la Iglesia Cristo Rey.
§ Ojo:
no se bendecirán ramos o palma después de la celebración. Deben asistir a donde
se bendicen los ramos.
· 10:00
am: Bendición de las Palmas en el Sector el Mango – Procesión hasta la Capilla
San Vicente Ferrer.
-
LUNES 26: LUNES SANTO.
· 3:00 pm:
Confesiones.
· 5:00 pm: Santa
Misa en Cristo Rey - Colinas de Mara.
-
MARTES 27: MARTES SANTO.
· 9:00
am a 12:00 m: Jornada penitencial de la zona pastoral 5, en la Parroquia Santa Ana – Morón.
· 5:00
pm: Santa Misa en Cristo Rey.
-
MIÉRCOLES 28: DÍA DEL NAZARENO.
· 4:00 pm: Santa
Misa en San Vicente Ferrer - Alpargatón.
§ Procesión.
· 5:30 pm: Santa
Misa en Cristo Rey - Colinas de Mara.
§ Procesión.
-
JUEVES 29: JUEVES SANTO.
· 10:00 am: Santa
Misa Crismal - Catedral San José.
INICIO DEL TRIDUO PASCUAL
· 3:30 pm: Santa Misa in Coena Domini en
San Vicente Ferrer.
§ Lavatorio de los
Pies.
§ Monumento.
· 5:00 pm: Santa Misa in Coena Domini en
Cristo Rey.
§ Lavatorio de los
Pies.
§ Monumento.
§ Adoración.
- VIERNES
30: VIERNES SANTO. COLECTA IMPERADA SANTOS LUGARES.
· 7:00 am: Apertura
del Templo de Cristo Rey. Oración.
Reflexión. Silencio.
· 10:00 am: Vía
Crucis Viviente.
· 3:00 pm: Oficios
en San Vicente Ferrer.
· 4:00 pm: Oficios
en Cristo Rey.
· Procesión Santo
Sepulcro y Dolorosa.
-
SÁBADO 31:
· 7:00 am: Limpieza y ornamentación
del Templo.
· 7:00 pm: INICIO DE LA VIGILIA PASCUAL.
- DOMINGO
01 de ABRIL: RESURRECCIÓN DEL SEÑOR. Cumpleaños de Sergio Herrera.
· 8:00 am: Santa
Misa en Cristo Rey – Colinas de Mara.
· 10:00 am: Santa
Misa en San Vicente Ferrer – Alpargatón.
“En este día de tu
triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre en ti, Señor, la valentía
de oponerse de manera solidaria a tantos males que nos afligen”
(San Juan
Pablo II).
¡FELICES
PASCUAS DE RESURRECION!
-
JUEVES 05: OCTAVA DE PASCUA. FIESTA DE
SAN VICENTE FERRER.
· 4:00 pm: Santa
Misa Solemne en San Vicente Ferrer – Alpargatón.
· Procesión.
-
DOMINGO
08: II DE PASCUA. DIVINA MISERICORDIA.
· 8:00
am: Santa Misa en Cristo Rey.
· 10:00
am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
· 3:00
pm: Coronilla de la Divina Misericordia.
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- LUNES
09: SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR. JORNADA MUNDIAL DEL NIÑO POR NACER.
INVITAR A TODAS LAS
EMBARAZADAS Y TODAS LAS MADRES CON SU HIJOS
· 4:00 pm: Santo Rosario.
· 5:00 pm: Santa Misa de la Solemnidad.
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