X PEREGRINACIÓN NOCTURNA
AL SANTUARIO DIOCESANO
SANTO CRISTO DE LA SALUD DE BORBURATA
Hace 11 años hicimos una invitación para crear
una ruta, un camino espiritual, saliendo el día 13 de septiembre, desde
la parroquia Cristo Rey (Urb. Colinas de Mara, Municipio Juan José Mora) hasta
el Santuario diocesano (Borburata, Municipio Puerto Cabello), en la que quedó
de manifiesto el amor, disponibilidad, generosidad y solidaridad haciendo este
camino hasta el Santo Cristo de la Salud que se celebra cada 14 de septiembre.
¿Cómo surgió o nació esta idea de la
peregrinación nocturna? Todo parte de mi experiencia vivida en “Las
Javieradas”, peregrinación
que se realiza al Castillo de Javier en honor a san Francisco de Javier, Patrono
de Navarra en el mes de marzo en mi estancia en Pamplona entre los años 2002-2008.
Se sale caminando desde las villas, pueblos y ciudades de Navarra, desde la madrugada
para caminar durante todo el día – en medio del clima de invierno pero con
mucha alegría y fe - hasta el Castillo donde nació y vivió San Francisco Javier
en Javier. Es una peregrinación de más de 50 kilómetros en los que reina el
buen ánimo y cuyo origen se encuentra hacia el siglo XIX, cuando se le atribuye
a San Francisco Javier que librase al pueblo navarro de una epidemia de cólera.
Los últimos 8 km, desde un pueblo de nombre Sangüesa hasta llegar
a Javier, se realiza el Rezo del Santo Via crucis, como hacemos desde los Dos
Camino hasta Borburata (unos 3 Km). De esta hermosa y maravillosa experiencia, surgió
la idea de nuestra peregrinación nocturna.
A la Parroquia Cristo Rey llegué en abril
2011, por mandato del Administrador Apostólico, en ese momento, S.E.R Mons.
Reinaldo del Prette (Arzobispo de Valencia) que me nombró Administrador
Parroquial, días previos de la Semana Santa de aquel año. Inmerso a las
actividades y posterior trabajo pastoral hago la invitación y propuesta de la
Peregrinación nocturna.
Al inicio parecía una obra descabellada,
una locura, lo que suponía caminar, no sólo durante la noche (miedo, temor,
angustia) sino la misma distancia de unos 33 a 34 km hasta el Santuario Santo
Cristo de la Salud en Borburata.
Durante las nueve (9) primeras peregrinaciones
muchas experiencias y anécdotas hermosas de los peregrinos, cada una con su
peculiaridad. Los que la han hecho son los que dan luego testimonio de que ¡valió
la pena peregrinar!, caminar durante la noche, para abrazar al Santo Cristo
plasmando así los primeros pasos de modo que otros se animarán a peregrinar con
fe y que en los siguiente años ha dado sus frutos. Lógico, no por nosotros,
sino el mismo SEÑOR quien llama e invita.
Dos testimonios de esta experiencia:
Ø Arianny Arends: “Cada
experiencia ha sido única, una aventura de fe maravillosa, ofrecerla como intensión para un bien. Mi incentivo en cada
caminar ha sido el Via crucis recordar lo que vivió mi hermoso "el
Señor" ha sido el impulso, así como el compartir con los hermanos y
familiares en oración, el entusiasmo de quienes se van sumando, conocer, oír
anécdotas, evidenciarlas o vivirla, los
testimonios, me dan la fuerza
para llegar a la meta y sentir ese encuentro Divino. Gracias mi Dios por
hacerme parte de ti y dejarme ver que eres parte de mi”.
Ø Leonardo Romero (tenia 13
años, hoy 16): “La peregrinación al Santo Cristo de la Salud para mí que fue
primera vez, fue una experiencia muy bonita ya que pues es una peregrinación
muy bonita, cómo para nosotros es de aquí de morón hasta allá hasta Borburata,
es un reto que nos pone Dios para seguirlo,
de verdad fue muy bonito también por qué íbamos en presencia de oración,
se hacía el rosario pues de verdad muy bonito, me gustaría asistir este año
Dios mediante”.
El año 2020 se tendría que haber realizado
la “Décima (X) Peregrinación Nocturna” pero no fue posible realizarla
producto de la Pandemia del Covid-19, que comenzamos a vivir en marzo de ese
año, por lo que se tuvo que hacer una PEREGRINACION NOCTURNA ESPIRIRUAL cada
uno desde su hogar, en familia, como creyentes abrazando desde nuestro corazón
al Santo Cristo de la Salud pidiéndole la sanación de todos los enfermos,
ofreciendo sacrificios, mortificaciones, pequeños vencimientos.
De igual manera la peregrinación del año
2021 recordando - en estos días difíciles - a nuestro Señor Jesucristo. A Él le
traían todos los enfermos y Él los curaba. Por ello le pediamos con fe y
esperanza por la salud de nuestros enfermos y por todas las víctimas de esta
enfermedad.
Durante estos dos años (2020-2021) con
motivo de la festividad de santo Cristo de la salud, invitamos a la feligresía a
que se unieran, desde sus hogares, reunidos como familia a la celebración que
la haríamos desde nuestro templo Parroquial. En el pórtico de la Parroquia se
había colocado el “CRUCIFIJO GRANDE”, para no solo mirasen al Señor,
sino que también rezasen y pidieran por Venezuela, por nuestra Diócesis, por
nuestras necesidades, por el mundo entero. La idea – en ese momento - no era
salir para venir hasta la plaza frente a la iglesia a rezar, sino que se
unieran desde donde se encontraban (aprovechando para rezar en familia el Santo
Vía Crucis, colocando en el hogar un pequeño crucifijo que les acompañara en
ese momento). Ahora, si les tocaba salir – por alguna razón urgente – y pasaban
por allí aprovecharan unos pocos minutos y rezar al Señor mirándolo en la Cruz
y lo que había hecho por nosotros; para contribuir a ese momento se colocó alrededor
de la plaza las estaciones del Vía Crucis para que pudieran meditan la Pasión
dolorosa de nuestro señor.
Tras los dos años de pandemia debido al
COVID-19, sin posibilidad de salir a las calles, en este año 2022 los católicos
de distintas partes del mundo ya hemos retomados las actividades; por ejemplo
hemos celebrado: Semana Santa, Encuentros zonales y diocesanos: Pascua, Corpus
Christi, como signo público de fe, comunión, participación
e iglesia de puertas abiertas.
Después de dos años de esta vivencia,
experiencia triste, dolorosa, de mucho reflexionar y meditar, tenemos
nuevamente la ocasión de realizar la que sería la “X PEREGRINACIÓN NOCTURNA”,
salir – iglesia en salida, iglesia peregrina – hasta el Santuario diocesano
Santo Cristo de la Salud el próximo 13 de septiembre de 2022 con
ilusión, con tanta razones y esperanza que llevar, muchísimos motivos que agradecer
como tantos otros que desagraviar y reparar.
Que nos animemos a recorrer este camino
llevando, no solo nuestra vida, sino la vida de tantos hermanos (dentro y fuera
del país) que sufren; que pidamos al Señor, así como rezamos lo sacerdotes la plegaria:
“danos entrañas de Misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el
gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado…Que tu
Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y
de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando”
(PEV/B).
Estamos a dos meses de tan gran y
bello acontecimiento, retomar nuestra ruta con fe y esperanza; vayamos
preparándonos en cuerpo y alma, para ir de peregrinos, como discípulos
de Cristo, a disponernos a caminar hasta nuestro Santuario Diocesano Santo
Cristo de la Salud – Borburata. Allí el Señor nos espera. Si en aquel
inicio de las Javieradas, los navarros (pido siempre por mis amigos de allí:
laicos, sacerdotes y obispo), pidieron la ayuda de San Francisco Javier ser
liberado de la cólera, cuánto más nosotros pedirle al Santo Cristo de la Salud
ser liberados de cualquier enfermedad del cuerpo y del alma.
Hoy existe una gran crisis de Fe, en un
mundo que intenta ocultar y olvidar a Dios; tibieza e indiferencia en los
cristianos, muchos opinan que la fe ya no tiene sentido, síntomas graves que
parecen indicar un cierto desplome de la fe cristiana, la conciencia cristiana
se ha debilitado, por lo que se hace necesario buscar espacios para fortalecer
la fe: es la hora de la oración y de la súplica a Dios llena de esperanza. Mons. José Ignacio Munilla, en su libro “Dios
te quiere feliz" escribe: “La única manera de ser cristiano es
contagiarlo, compartir lo que creemos. Para poder ser cristiano hay que estar
enamorado; solo los enamorados enamoran. Cuando uno está enamorado de algo, lo
transmite hasta por los poros, no puede quedárselo solo para él. Dice el Papa
Francisco que el que no da a Dios al prójimo, le da muy poco. Por eso nuestro
apostolado tiene que ser un apostolado que incluya la transmisión de la fe. La
fe crece dándola. Ocurre como cuando siendo aún estudiante, al explicar a un
compañero la lección de matemáticas, comprobabas que verdaderamente tú lo
habías entendido. Cuando no eres capaz de transmitir algo es que no lo
comprendes del todo. Eso mismo pasa con la fe”. O como manifestó el Pbro. Óscar
Azcona (Delegado de Misiones y Director de las Javieradas, Arquidiócesis de
Pamplona-Navarra, España): “Realmente necesitamos escuchar buenas noticias,
noticias alentadoras, positivas, que nos hagan sentir que volvemos a una vida
lo más normal posible. Saber que es posible revivir momentos como las
Javieradas, que esponjen nuestra alma y nuestro espíritu”.
Peregrinar, hasta el Santo Cristo de la
Salud, puede ayudarnos alcanzar este objetivo, volver, convertirnos a Dios para
anunciarlo con nuestro ejemplo y vida, revitalizando nuestra fe y fortaleciendo
nuestro espíritu.
Invito, a todos, los que hacen vida en este
Municipio Juan José Mora, sus cuatro parroquias eclesiásticas (San
Juan Bautista, Guadalupe, Santa Ana y Cristo Rey) que conforman la zona
Pastoral 5, asi como todas las demás zonas pastorales – Municipio Puerto
Cabello – de nuestra diócesis, a realizar esta hermosa experiencia de fe. A los
Jóvenes quienes son el campo de la fe, los atletas de Cristo, constructores de
una Iglesia más hermosa, sea esta también la ocasión para profundizar en su
compromiso de animarse a un mayor compromiso con Jesucristo; a todos los laicos
que no tengan miedo de mirar hacia lo alto, hacia las alturas de Dios. Como
escribió San Juan de la Cruz: “la manera de dominar los amores inferiores,
con grandes amores superiores” no hay otra cosa. Grandes inclinaciones: a
Dios, a los demás y de una manera concreta – no teórica – porque el amor tiene
un objeto espiritual que hace que lo demás se pueda ORDENAR. Amores grandes que
empujan, que mueven, que entusiasman, movidos por Dios.
Amar a Dios. Porque sino ¿de dónde sacamos
nosotros fuerzas para hacer lo que tenemos que hacer? La fuerza viene, la
motivación viene de los amores ordenados, amores fuertes: Vida y Santidad. Sin
amores fuertes no podremos vencer la pereza y los inconvenientes.
No tengamos miedo de que Dios nos pida
demasiado, sino dejémonos guiar por su Palabra en todas las acciones
cotidianas, aunque nos sintamos pobres, inadecuados, pecadores: Él será quien
nos transforme según su amor; que todos nos animemos a realizar este camino de
ORACIÓN.
Vamos todos a nuestro Santuario Diocesano,
allí el Señor siempre nos espera con los brazos abiertos en Cruz.
Dios les bendiga.
Pbro. Williams R. Campos.
Morón, 13 de julio de 2022
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