21 de marzo de 2018

HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA. 

HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA. MENSAJE   DE SEMANA SANTA  DE
MONS. SAUL FIGUEROA, OBISPO DE  PUERTO CABELLO, VIERNES DE CONCILIO 23 DE ABRIL DE 2018

A los sacerdotes, religiosas, religiosas y fieles laicos:
La situación actual de nuestro país es realmente deprimente. Nos impide ver el lado positivo de las cosas, por el contrario nos impulsa a la pasividad y sobre todo a la desesperación, la falta de  esperanza. Y esto es  lo peor que puede sucederle a una persona y, sobre todo a un cristiano. No tener esperanza, es  andar a merced de los que va ocurriendo o  estar a la expectativa de  un cambio de la situación que nunca viene o no se sabe cuando puede ocurrir. Desesperados, vivir sin esperanza es lo peor que nos puede ocurrir. Pero, precisamente la luz pascual de la Resurrección nos trae la realización de la esperanza cristiana. Es el paso de le muerte a la vida, de la  oscuridad a la claridad. Se acabó la muerte. La muerte ha sido vencida para siempre y solo queda ahora  el reino de la vida, el reino de la luz. La resurrección es la implantación en nuestra vida actual, no en  la futura o  la del mañana,  de la esperanza sobre la desesperación.
El Papa Benedicto XVI  dejó una hermosísima encíclica sobre el tema de la esperanza, fue su segunda encíclica. Spe Salvi. Salvados en la esperanza. La encíclica toma su titulo de la frase de San Pablo de Rm 8,24.  El Papa nos explica que hemos sido creados con una necesidad de lo infinito, que es Dios mismo, y que por muchas esperanzas que el hombre ponga en la Tierra, al final ninguna otra le satisface.
A lo largo de su existencia, el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas, diferentes según los períodos de su vida. A veces puede parecer que una de estas esperanzas lo llena totalmente y que no necesita de ninguna otra. Puede ser la esperanza del amor a una persona; la esperanza de cierta posición en la profesión, de uno u otro éxito determinante para el resto de su vida. Sin embargo, cuando estas esperanzas se cumplen, se ve claramente que esto, aunque sea bueno, en realidad, no lo era todo. Está claro que el hombre necesita una esperanza que vaya más allá. Es evidente que sólo puede contentarse con algo infinito, algo que será siempre más de lo que nunca podrá alcanzar   (Cfr. Spe Salvi) 13).

LA CARTA A LOS HEBREOS
“La fe es garantía de lo que se espera y prueba de lo que no se ve”. (He 11,1).   En  nuestra  opinión es el texto más contundente del nuevo testamento sobre la esperanza cristiana. Aquí el autor llega a identificar la fe con la esperanza. Y no solo esto, sino que  la esperanza se convierte en seguridad de que ya en el presente en virtud de la resurrección de Cristo está sucediendo lo que el Señor ha prometido. Ya  gozamos de los bienes del futuro y por eso con razón san Pablo dice muy bien que hemos sido salvados en la esperanza. Entonces  hermanos porque el pesimismo, porque la desesperación, porque la angustia, porque la ansiedad. Es normal que sintamos desazón ante lo que está pasando en  el presente, pero sabemos que eso ya fue superado aunque actualmente lo experimentemos.  Pero en el fondo esos malos actuales son un espejismo superados ya por la certeza  y el  gozo actual de la salvación 


¿QUÉ DISTINGUE A LA ESPERANZA CRISTIANA?
La esperanza cristiana es distinta a todas las otras porque ofrece la unión con Dios a través de Jesucristo.  Nosotros necesitamos tener esperanzas que día a día nos mantengan en camino. Pero sin la gran esperanza, aquellas no bastan. Esta gran esperanza sólo puede ser Dios, que abraza el universo y que nos puede proponer y dar lo que nosotros por sí solos no podemos alcanzar. Dios es el fundamento de la esperanza; pero no cualquier dios, sino el Dios que tiene un rostro humano y que nos ha amado hasta el extremo. Su reino no es  imaginario, situado en un futuro que nunca llega; su reino está presente allí donde. Sólo su amor nos da la posibilidad de perseverar día a día con toda sobriedad, sin perder el impulso de la esperanza, en un mundo que por su naturaleza es imperfecto. Y, al mismo tiempo, su amor es para nosotros la garantía de que existe aquello que sólo llegamos a intuir vagamente y que, sin embargo, esperamos en lo más íntimo de nuestro ser: la vida (Spe Salvi 31).



¿ES INDIVIDUALISTA LA ESPERANZA CRISTIANA?
En nuestra época se ha desencadenado una crítica cada vez más dura contra la esperanza cristiana, caracterizándola como una forma de “abandonar el mundo a su miseria y ampararse en una salvación eterna exclusivamente privada”.  Pero la realidad es totalmente al contrario, todos los aspectos de la fe cristiana, incluida la esperanza, son compartidos con los demás creyentes mediante nuestra comunión con Cristo Jesús.
Nuestras existencias están en profunda comunión entre sí, entrelazadas unas con otras a través de múltiples interacciones. Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa”.
Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal”.

¿QUÉ CLASES DE FALSAS ESPERANZAS EXISTEN EN EL MUNDO ACTUAL?
Mucha gente ha abandonado la esperanza, porque creen que sus vidas están sujetas a fuerzas incontrolables del universo. Sin embargo, como explica el Papa en Spe Salvi:
No son los elementos del cosmos, las leyes de la materia, lo que en definitiva gobierna el mundo y el hombre, sino que es un Dios personal quien gobierna las estrellas, es decir, el universo; la última instancia no son las leyes de la materia y de la evolución, sino la razón, la voluntad, el amor: una Persona. Y si conocemos a esta Persona, y ella a nosotros, entonces el inexorable poder de los elementos materiales ya no es la última instancia; ya no somos esclavos del universo y de sus leyes, ahora somos libres”.
Hay personas que ponen su esperanza en los bienes materiales, pero nuestra fe, la sustancia de la esperanza, es superior a cualquier sustancia material, “provee nuevos cimientos que relativizan los cimientos habituales, la fiabilidad de los bienes materiales”.
Otras personas ponen su esperanza en el progreso. Buscan su salvación a través del activismo político y de la tecnología. Sin embargo la ambigüedad del progreso se ha puesto de manifiesto en  los horrores perpetrados en nombre del progreso.
Indudablemente, ofrece nuevas posibilidades para el bien, pero también abre posibilidades abismales para el mal, posibilidades que antes no existían. Todos nosotros hemos sido testigos de cómo el progreso, en manos equivocadas, puede convertirse, y se ha convertido de hecho, en un progreso terrible en el mal. Si el progreso técnico no se corresponde con un progreso en la formación ética del hombre, con el crecimiento del hombre interior (cf. Ef  3,16; 2 Co 4,16), no es un progreso sino una amenaza para el hombre y para el mundo.

¿CÓMO PODEMOS CULTIVAR LA ESPERANZA?
El Papa indica cuatro lugares para aprender y cultivar la esperanza.
El primero es la ORACIÓN: “Cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha. (...) Si ya no hay nadie que pueda ayudarme (...) Él puede ayudarme". (…) Si me veo relegado a la extrema soledad... el que reza nunca está totalmente solo”. (Spe Salvi 32)
Después de la oración esta el ACTUAR. “Toda actuación seria y recta del hombre es esperanza en acción. (…)   Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar. (…)  La esperanza en sentido cristiano es siempre esperanza para los demás. Y es esperanza activa, con la cual luchamos (...) para que el mundo llegue a ser un poco más luminoso y humano. Y solamente si sé que mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiados por el poder indestructible del amor, puedo esperar”. (Spe Salvi 35)
En tercer lugar el Papa indica el SUFRIMIENTO como lugar de aprendizaje de la esperanza. "Conviene ciertamente hacer todo lo posible para disminuir el sufrimiento", sin embargo "lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento (...) sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito. (...) Es también fundamental, saber sufrir con los demás y por los demás. "Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren (...) es una sociedad cruel e inhumana". (Salvi 37) 

Finalmente, otro lugar para aprender la esperanza es el JUICIO DE DIOS. (...) Existe la resurrección de la carne. Existe una justicia. Existe la "revocación" del sufrimiento pasado, la reparación que restablece el derecho". El Papa se muestra "convencido de que la cuestión de la justicia es el argumento esencial, o en todo caso, el argumento más fuerte en favor de la fe en la vida eterna". Es imposible que "la injusticia de la historia sea la última palabra. (...) Pero en su justicia está también la gracia". "La gracia no excluye la justicia... Al final, los malvados, en el banquete eterno, no se sentarán indistintamente a la mesa junto a las víctimas, como si no hubiera pasado nada". (Spe salvi 44).

SIGNOS DE QUE HEMOS SIDO SALVADOS EN LA ESPERANZA  EN ESTA SEMANA SANTA
El pasado 19 de marzo, día de San José, la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, emitió un extraordinario mensaje, donde, aparte de indicar el diagnostico conocido de nuestra realidad,   alienta a los católicos y comunidades  a salir del estado de desesperación y vivir la esperanza y la caridad que nos proporciona la Resurrección de Jesús.   “Con la Resurrección del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo”. (Presidencia de la conferencia episcopal venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10)
 El mensaje nos da unas pautas  motivadoras para vivir  esta semana santa lo que hemos venido sosteniendo en las líneas anteriores sobre cómo vivir con la conciencia de que hemos sido salvados en la esperanza. Quien tiene esta conciencia irrevocablemente, se ve  impulsado a compartir y tener  caridad, particularmente con los que más sufren. En otras palabras  la caridad una expresión de la esperanza. Al fin y al cabo cuando se en esperanza todo desemboca en la caridad. Por ello, ahora simplemente señalo las iniciativas y actividades que propone la presidencia del Episcopado venezolano 
• Qué hermoso sería que el Domingo de Resurrección, como expresión de nuestra fe en el Resucitado que nos ha hecho hijos de Dios Padre y, por tanto hermanos, en cada una de nuestras comunidades parroquiales se pueda tener una “olla comunitaria” o una “comida fraterna”, en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados.
• Que a lo largo de los últimos días de Cuaresma, de la Semana Santa y de Pascua intensifiquemos las visitas a los enfermos, a los ancianos, a los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas, para llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
• Sugerimos que en toda Venezuela, del 19 al 22 de abril, además de organizar una jornada nacional de oración, al estilo de las “Cuarenta Horas”, en todas las comunidades parroquiales y eclesiales, se hagan gestos significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad.
• Mención particular deben tener en nuestras oraciones todas las personas, la mayoría jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado fueron asesinadas por reclamar los valores de la democracia en el país. Su memoria y entrega no deben ser olvidadas. La justicia prevalecerá cn algún momento de nuestra historia Patria. Igualmente el día de Pentecostés a celebrarse el próximo 20 de mayo, pidamos que el Espíritu Santo ilumine nuestras mentes para discernir el camino a seguir para la recuperación del país.  (Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana mensaje al pueblo de Dios, 10).
Con la certeza que hemos sido salvados en la esperanza y bajo la protección de nuestra señora del Valle les imparto mi bendición y les deseo una felices Pascua de Resurrección.

Mons. Saúl Figueroa Albornoz
Obispo de Puerto Cabello
En Puerto Cabello, Viernes de Concilio 23 de marzo de 2018

20 de marzo de 2018

MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS Y A LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD.


PRESIDENCIA DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL VENEZOLANA

MENSAJE AL PUEBLO DE DIOS Y A LAS PERSONAS DE BUENA VOLUNTAD.

1. Terminando la Cuaresma y cercana la conmemoración de la Semana Santa, nos disponemos a celebrar la Pascua del Resucitado. Es la fiesta de la alegría que nos da el sabernos liberados del pecado y convertidos en “hombres nuevos”. Este año, sobre todo por las circunstancias que nos rodean, debido a la crisis generalizada que afecta particularmente a los más pobres, ese tiempo  pascual debe ser preparado y vivido con espíritu de fraternidad, solidaridad, caridad y con mucha conciencia de lo que queremos hacer con el futuro de nuestra Patria.

       I. “¿Cómo podríamos cantar un cántico nuevo en tierra extraña?” (Salmo 138)

2. En los últimos tiempos, Venezuela se ha convertido en una especie de “tierra extraña” para todos. Con inmensas riquezas y potencialidades, la nación se ha venido a menos, debido a la pretensión de implantar un sistema totalitario, injusto, ineficiente, manipulador, donde el juego de mantenerse en el poder a costa del sufrimiento del pueblo, es la consigna. Junto a esto, además de ir eliminando las capacidades de producción de bienes y servicios, ha aumentado la pobreza, la indefensión y la desesperanza  de los ciudadanos.

3. El deterioro ha sido inmenso: la falta de alimentos, medicamentos y de otros productos, así como las fallas de energía eléctrica que impide el trabajo productivo y el desarrollo normal de la vida cotidiana, atenta contra la dignidad de las personas. Esto ha conducido  a que un considerable número de venezolanos decidan irse del país en búsqueda de nuevos horizontes, trayendo como consecuencia el desarraigo y la tristeza en miles de familias; a otros los ha empujado a la práctica del contrabando, el “bachaqueo” y variadas formas de corrupción. Quienes nos quedamos luchamos por no perder la esperanza y llamamos a los más débiles a defender sus derechos y recuperar las libertades perdidas.

4. La dirigencia política no ha estado ni está a la altura de la problemática que sufren los venezolanos. Pareciera que la calidad de vida del venezolano no es la prioridad de quienes nos gobiernan, pues son insensibles ante tanto dolor, sufrimiento y muerte. El Gobierno y sus seguidores tienen la mayor responsabilidad, al querer imponer un régimen que mediatiza al ser humano, y así mantener sus intereses políticos y económicos; el plan de la patria ha sido nefasto para la vida de los venezolanos, los tan nombrados motores de la revolución sólo han quedado en el papel.  Los venezolanos no nos merecemos esto, mucho menos quienes han estado sumergidos en la pobreza y hoy han pasado a engrosar el número de personas en la miseria. Es imposible que un pueblo con hambre, con enfermedades y sin oportunidades, pueda pensar en el desarrollo integral de la Patria; y más difícil es entender cómo personas que están sufriendo tantas calamidades se adhieren aún a las propuestas gubernamentales que les hacen sufrir, que han quebrado a la nación, y han propiciado que funcionarios públicos hayan hecho de ella su hacienda y peculio personal.

5. Como lo hemos hecho en otras oportunidades, llamamos a la dirigencia que disiente del oficialismo, que cada día es más numerosa, a una mayor coherencia en sus prácticas y acciones. La unidad se construye en la pluralidad. Por tanto, no se debe satanizar a todos los que tengan opiniones divergentes, sino más bien, asumir la realidad que vivimos los venezolanos siendo todos más conscientes de dicha unidad. Con ello, se podrá tener un horizonte más claro en el que el reclamo exigente de una salida democrática y pacífica, supere la terquedad de un gobierno que se hace cada vez más ilegítimo por sus actuaciones y por la creciente represión hasta para quienes han sido sus miembros. Hay que tratar de sumar cada día más a todas las instituciones y sectores, sin olvidar que las organizaciones populares tienen un lugar primordial, pues son ellas las protagonistas de la vida ciudadana. Nuevamente recordamos que el pueblo, y en especial los pobres,  es el auténtico sujeto social del cambio y del desarrollo del país.

6. Los venezolanos estamos convencidos, que no es con las dádivas gubernamentales ni con las promesas de los dirigentes políticos como se va a solucionar la grave situación que afronta nuestra Venezuela. Si el pueblo no es tomado en cuenta como protagonista de los cambios necesarios en lo político, económico y social,  crecerán  la desilusión,  la migración, la desconfianza, el conformismo y la pobreza. Entonces nos preguntamos con el salmista, “¿Cómo cantar un cántico nuevo en esta tierra que cada día se vuelve extraña?”

     II. “Lo que hicieron a uno de estos pequeños, a Mí me lo hicieron” (Mt. 25,40).

7. Para los cristianos, esta situación no puede ser ajena a nuestras preocupaciones, oraciones, compromisos evangelizadores y de promoción humana. En primer lugar porque formamos parte de este pueblo sufriente; en segundo lugar porque nuestra fe en Jesús nos lleva a tener y testimoniar una permanente opción preferencial por los más pobres, excluidos y afligidos de la sociedad; y en tercer lugar, porque esa misma fe, vivida en caridad nos impulsa a hacer realidad en nuestra nación el Reino de Dios, que lo es de justicia, paz, amor, verdad y libertad. Somos solidarios no por un sentimiento, sino por nuestra pertenencia a ese pueblo con el cual compartimos sus esperanzas y gozos, sus angustias y problemas (cf. G.S. 1). El tiempo que vivimos debe ser  una ocasión propicia para manifestar la misericordia del Padre Dios, a través de nuestras obras y testimonio de una caridad fructífera: Caridad y misericordia que deben conducirnos a trabajar también por la reconciliación en nuestra Patria.

8. A todos los dirigentes políticos, sociales y económicos, les queremos recordar que cualquier cosa que se haga a cada uno de los hermanos que empeore su situación de vida, sea menosprecio, imposición de cargas pesadas, empobrecimiento, olvido de su protagonismo, robo de lo que les pertenece, se le está haciendo al mismo Jesús. No hay que olvidar que, al final, seremos juzgados por el amor con el cual hayamos vivido y trabajado. Algunos dirán que su fe no se fundamenta en Jesús, sino en el poder que ostentan, pero les recordamos que todo poder es efímero: así como lo han obtenido, podrán perderlo en cualquier instante, y lo peor del caso es que quedarán expuestos a ser juzgados por sus propias acciones y palabras.

9. La de los pobres es la causa de Jesús y, por ende, de la Iglesia.  Los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos de nuestras comunidades eclesiales y grupos apostólicos, al anunciar el Evangelio y construir el Reino de Dios, expresamos no sólo  nuestro compromiso solidario, sino que garantizamos con nuestra entrega, el acompañamiento a los pobres, a los que sufren y a quienes se sienten excluidos. Nuestras acciones de caridad y acción social quieren ser una contribución para aliviar sus penas y también para aportar soluciones que dignifiquen su existencia personal, familiar y comunitaria. Todas nuestras instituciones están, hoy más que nunca, al servicio del pueblo y con mayor énfasis, a los más necesitados.

       III. “La comunidad de los creyentes compartía todo lo que poseían… y nadie pasaba necesidad” (Hech. 2, 44-45).

10. Durante la Cuaresma solemos fortalecer nuestra vida de creyentes con acciones de caridad y misericordia. Nuestra participación en las diversas celebraciones litúrgicas y otros actos de devoción deben ser una bella ocasión para reafirmar precisamente nuestro compromiso con los más necesitados. De ahí, la importancia no sólo de prepararlas con dedicación junto con nuestros sacerdotes y laicos, sino que hemos de predicar con decisión la Palabra de Dios, para que sea iluminadora en estas circunstancias que todos vivimos. Dedicaremos mayor tiempo para atender a las personas en sus necesidades espirituales, de modo especial en el sacramento de la reconciliación. Debemos recordar que durante la Semana Santa, al conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, podemos acercarnos a los sacramentos, al encuentro con la Palabra y la renovación de nuestros compromisos bautismales que nos lleva al encuentro misericordioso con los más necesitados. Con la Resurrección del Señor reafirmamos nuestra esperanza y nuestro compromiso caritativo.

Deseamos presentar en orden a lo expuesto, desde una perspectiva eclesial, las siguientes propuestas:

• Qué hermoso sería que el Domingo de Resurrección, como expresión de nuestra fe en el Resucitado que nos ha hecho hijos de Dios Padre y, por tanto hermanos, en cada una de nuestras comunidades parroquiales se pueda tener una “olla comunitaria” o una “comida fraterna”, en la que todos participemos, invitando a los más pobres, a los indigentes, a los necesitados.

• Que a lo largo de los últimos días de Cuaresma, de la Semana Santa y de Pascua intensifiquemos las visitas a los enfermos, a los ancianos, a los privados de libertad, a los barrios pobres y a las comunidades necesitadas, para llevar de lo que tenemos; para acompañar a tantas personas que sienten la tristeza de la partida de sus seres queridos hacia otras naciones; para que tomemos conciencia de la labor que se va realizando en la frontera con Colombia y Brasil donde se acogen y acompañan a tantos migrantes venezolanos, así como en otros países hermanos que los han recibido con solidaridad: Gracias a las Iglesias hermanas y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

• Sugerimos que en toda Venezuela, del 19 al 22 de abril, además de organizar una jornada nacional de oración, al estilo de las “Cuarenta Horas”, en todas las comunidades parroquiales y eclesiales, se hagan gestos significativos de misericordia y caridad para con quienes de verdad sienten necesidad de una expresión de ternura, solidaridad y caridad.

• Mención particular deben tener en nuestras oraciones todas las personas, la mayoría jóvenes, que a partir del 19 de abril del año pasado fueron asesinadas por reclamar los valores de la democracia en el país. Su memoria y entrega no deben ser olvidadas. La justicia prevalecerá en algún momento de nuestra historia Patria. Igualmente el día de Pentecostés a celebrarse el próximo 20 de mayo, pidamos que el Espíritu Santo ilumine nuestras mentes para discernir el camino a seguir para la recuperación del país.

11. Como lo hemos señalado en nuestro comunicado del 29 de enero pasado, en el pueblo reside la soberanía, por lo que ante esta situación tan dolorosa y dramática que vivimos los venezolanos, urge que sea tomado en cuenta como protagonista y sujeto de su cambio y de la construcción de la Venezuela que todos queremos. Interpelamos a los dirigentes políticos, del Gobierno y de la Oposición, así como a profesionales, miembros de los diversos gremios, obreros, empresarios, trabajadores del campo, maestros y estudiantes: ¡Escuchen el clamor del pueblo! Está pidiendo ser oído. No basta con promesas o con pequeñas dádivas dirigidas a esclavizar y hacer improductivas a las personas. No hay tiempo que perder y es la hora de un verdadero cambio para ser una nación próspera y donde se viva en democracia, y todos encontremos una tierra propia para construir sueños de libertad, fraternidad e inclusión social.

12. Imploramos la gracia del Espíritu Santo: que su luz y sabiduría nos acompañe para poder contribuir a la salida justa, pacífica y humana de la crisis que golpea a todos en Venezuela. Dios Padre nos ha dado el hermoso regalo de su Hijo, quien con su muerte y resurrección nos ha dado la vida nueva que hemos de vivir con decisión en el amor, en la justicia y la Paz. Para ello, contamos con la maternal protección de María, Nuestra Señora de Coromoto, Madre de todos los venezolanos.

Con nuestra bendición.

Caracas, 19 de marzo del año 2018, Festividad de San José.

+José Luis Azuaje Ayala
Obispo de Barinas
Presidente de la CEV

+Mario Moronta Rodríguez
Obispo de San Cristóbal
1° Vicepresidente de la CEV

+Raúl Biord Castillo
Obispo de La Guaira
2° Vicepresidente de la CEV

+José Trinidad Fernández Angulo
Obispo Auxiliar de Caracas
Secretario General de la CEV

+Jorge Cardenal Uorsa S.
Arzobispo de Caracas
Presidente honorario de la CEV

+Baltazar Cardenal Porras C.
Arzobispo de Mérida

Presidente honorario de la CEV

PROGRAMA SEMANA SANTA Y OCTAVA DE PASCUA


«La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros»
(Romanos. 5, 8).


-         VIERNES 23: CONCILIO. Cumpleaños de María Barrios.
·       8:00 am: VIA CRUCIS POR LA VIDA Y NO LA VIOLENCIA
§  Desde la Plaza Augusto Brand (Pz. El Violín-Marina Center) hasta la Iglesia Nuestra Señora del Rosario – Malecón.
·       10:00 am: Santa Misa en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario – Malecón.

·   2:00 pm: Vía Crucis en la Capilla San Vicente Ferrer.
·       3:30 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
·       5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.

-         SÁBADO 24:
·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey – Colinas de Mara.
·       9:00 am: Limpieza del Templo.

·    9:00 am: Jornada Medico Asistencial: Asistencia a niños y Embarazadas, calle 14 de Banco Obrero, Sede de Caritas. 

-         DOMINGO 25: RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR.
·       7:45 am: Bendición de las Palmas en el Sector las Amazonas – Procesión a la Iglesia Cristo Rey.
§  Ojo: no se bendecirán ramos o palma después de la celebración. Deben asistir a donde se bendicen los ramos.
·       10:00 am: Bendición de las Palmas en el Sector el Mango – Procesión hasta la Capilla San Vicente Ferrer.

-         LUNES 26: LUNES SANTO.
·       3:00 pm: Confesiones.
·       5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey - Colinas de Mara.

-         MARTES 27: MARTES SANTO.
·       9:00 am a 12:00 m: Jornada penitencial de la zona pastoral 5, en la Parroquia Santa Ana – Morón.
·       5:00 pm: Santa Misa en Cristo Rey.

-         MIÉRCOLES 28: DÍA DEL NAZARENO.
·       4:00 pm: Santa Misa en San Vicente Ferrer - Alpargatón.
§  Procesión.

·       5:30 pm: Santa Misa en Cristo Rey - Colinas de Mara.
§  Procesión.


-         JUEVES 29: JUEVES SANTO.
·       10:00 am: Santa Misa Crismal - Catedral San José.

INICIO DEL TRIDUO PASCUAL
·       3:30 pm: Santa Misa in Coena Domini en San Vicente Ferrer.
§  Lavatorio de los Pies.
§  Monumento.


·       5:00 pm: Santa Misa in Coena Domini en Cristo Rey.
§  Lavatorio de los Pies.
§  Monumento.
§  Adoración.

- VIERNES 30: VIERNES SANTO. COLECTA IMPERADA SANTOS LUGARES.
·       7:00 am: Apertura del Templo de Cristo Rey. Oración. Reflexión. Silencio.
·       10:00 am: Vía Crucis Viviente.
·       3:00 pm: Oficios en San Vicente Ferrer.
·       4:00 pm: Oficios en Cristo Rey.
·       Procesión Santo Sepulcro y Dolorosa.

-         SÁBADO 31:
·       7:00 am: Limpieza y ornamentación del Templo.

·       7:00 pm: INICIO DE LA VIGILIA PASCUAL.



- DOMINGO 01 de ABRIL: RESURRECCIÓN DEL SEÑOR. Cumpleaños de Sergio Herrera.
·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey – Colinas de Mara.
·       10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer – Alpargatón.

En este día de tu triunfo sobre la muerte, que la humanidad encuentre en ti, Señor, la valentía de oponerse de manera solidaria a tantos males que nos afligen 
(San Juan Pablo II).


¡FELICES PASCUAS DE RESURRECION!


-         JUEVES 05: OCTAVA DE PASCUA. FIESTA DE SAN VICENTE FERRER.
·  4:00 pm: Santa Misa Solemne en San Vicente Ferrer – Alpargatón.
·   Procesión.

-         DOMINGO 08: II DE PASCUA. DIVINA MISERICORDIA.
·       8:00 am: Santa Misa en Cristo Rey.
·       10:00 am: Santa Misa en San Vicente Ferrer.
·       3:00 pm: Coronilla de la Divina Misericordia.
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-    LUNES 09: SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR. JORNADA MUNDIAL DEL NIÑO POR NACER. INVITAR A TODAS LAS EMBARAZADAS Y TODAS LAS MADRES CON SU HIJOS
·       4:00 pm: Santo Rosario.
·       5:00 pm: Santa Misa de la Solemnidad.

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