15 de abril de 2021

LA HORA DE JOSÉ GREGORIO

 

*LA HORA DE JOSÉ GREGORIO*

Por: Luis Ugalde, sj

15 de abril de 2021


Los tiempos de Dios son misteriosos, a veces se detienen y otras se aceleran. Ahora llega apresurada la hora de la proclamación de la santidad de José Gregorio. Hubo tiempos en que parecía definitivamente estancada. En el mundo católico los santos son ejemplos de vida y protectores especiales de determinados oficios y sectores. La beatificación del santo de Isnotú llega cuando más necesitamos su ejemplo y protección para los enfermos del país y para nuestro país gravemente enfermo. Su próxima beatificación coincide con el pico más alto de las cifras oficiales del COVID-19 y con la expansión alarmante (muy superior a las cifras oficiales) de contagios y muertes que hacen estragos en la población indefensa y se lleva la vida de cientos de sanitaristas heroicos y desprotegidos.


*El médico de los pobres*


Ya en vida José Gregorio sirvió voluntariamente también a los pobres que no podían pagar por su salud. La gratitud de estos se apoderó de él antes de que la Iglesia lo proclamara. Todo buen médico y sanitarista tiene el don de asumir como suyas las zozobras de salud de cada enfermo. José Gregorio aprendió de Jesús a hacer presente el amor de Dios en la curación del enfermo y sabía también que si el médico no es estudioso y profesional competente, se vuelve un matasanos irresponsable. Por eso lo vemos haciendo estudios de postgrado en el extranjero, como docente e investigador universitario, y miembro fundador de la Academia Nacional de Medicina. Todo necesario para llevar la salud a la gente con los conocimientos animados con la sabiduría del corazón. Ahora el país está en descomposición y todo se ha vuelto pobreza, desde los sistemas sanitario y educativo hasta las pobres oportunidades de trabajo, pobrísimos salarios y lamentables servicios públicos vitales. Incluso la riqueza petrolera ha sido convertida por el régimen en indigencia y ruina. El primer enfermo y pobre es la propia universidad pública despojada de su autonomía y del presupuesto mínimo necesario. Cerrar la universidad es condenar un gran laboratorio de esperanza y futuro. Este régimen ha fracasado a la vista del mundo entero, pero lamentablemente lejos de corregirse se aferra al Poder blandiendo la mentira y el fusil.


En esta realidad José Gregorio nos enseña dos virtudes que fueron sobresalientes en él: el amor al prójimo y solidaridad con el necesitado y el desarrollo del talento para el óptimo desempeño profesional. El no tenía otra riqueza -como no la tiene hoy Venezuela– más que su talento y el deseo de servir. Es santo porque supo cultivar esas dos virtudes que Dios le dio. Es el ejemplo que Venezuela entera necesita seguir.


*Política y vacunación*


El primer milagro que necesitamos es la entrada de 30 millones de dosis de vacunas mundialmente reconocidas. Es un escándalo increíble que por barreras politiqueras se le mienta al país y no lleguen las vacunas, o que las pocas recibidas se apliquen con discriminación partidista. No menos inconcebible sería que la mayoría pobre quedara excluida por no poder pagarla. Contra esto el país clama: que gobierno y oposición, Fedecámaras y empresas, iglesias y universidades, sanitaristas y ciudadanos todos, superando barreras se unan para la entrada de las vacunas necesarias con el mecanismo COVAX. Buscarlas en el mundo, juntar recursos para financiarlas y conseguir la cadena de frío necesaria hasta el rincón más apartado, y aplicarlas con un plan nacional eficiente, transparente y equitativo con criterios de prioridad. ¡Frente a eso se anuncia la burla de producir la cubana Abdala, que no es vacuna reconocida!


Me dirán que este acuerdo nacional necesario es un milagro. Ciertamente lo es y pedimos con José Gregorio la conversión de quienes tienen el poder de abrir o cerrar esta puerta a la vida. La Conferencia Episcopal se ha manifestado de manera rápida, clara y valiente exigiendo una política seria, urgente y unitaria (08-04-2021). En el Pregón que anuncia la beatificación (11-04-2021) nuestros Obispos exigen en nombre de Dios a las autoridades y dirigentes diversos que superen todas las barreras y atiendan _“la urgencia de la vacunación masiva, de manera equitativa, transparente, despolitizada y eficiente. No ponerse de acuerdo o negarla es un acto criminal que clama al cielo”_.


*Venezuela entera levántate y camina*


Ni José Gregorio, ni la Iglesia tienen oro y plata. Venezuela tampoco. Pero la Iglesia en estos días nos pone el ejemplo de San Pedro al encontrarse con un mendigo paralítico a la entrada del templo de Jerusalén: _“No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te lo doy: en nombre de Jesucristo, el Nazareno, levántate y camina. Y tomándolo de la mano derecha lo levantó”_.  El paralítico _“se levantó de un salto y comenzó a caminar”_ (Hechos 3,6-8). Es el milagro de José Gregorio, que hoy más que nunca necesitamos e imploramos para superar esta parálisis que nos mata.

12 de abril de 2021

Domingo 11 de abril

Hoy domingo, segundo de Pascua, domingo de la Divina Misericordia, habiendo celebrado la santa Misa, la primera del día, a través de la Radio Morón Stereo 90.7 FM, donde se compartió el “PREGÓN POR EL ANUNCIO DE LA BEATIFICACIÓN DE JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ CISNEROS” que se llevará a cabo el próximo 30 de abril, en medio de la alegría Pascual para que todo el municipio de Juan José Mora, en sus dos parroquias civiles y sus cuatro parroquias eclesiásticas, y más allá de sus límites, se escuchara esta gran noticia para todos. Como nos dicen nuestros obispos:

Queridos hermanos y hermanas, estamos celebrando la victoria Pascual de la Resurrección de nuestro Salvador Jesucristo. Él experimentó un gran sufrimiento injustamente aplicado; pero lo convirtió en gloria, venciendo el poder del mal y la muerte; por su gracia, el Beato JOSÉ GREGORIO ayudará a Venezuela, sumida en tantos sufrimientos, a resucitar a una vida nueva, de respeto mutuo, convivencia en libertad, solidaridad efectiva con los más necesitados y superación de toda exclusión.

Hermanos todos en la fe y en el bautismo, celebremos y acompañemos ese glorioso día, 30 de abril: que temprano en la mañana repiquen las campanas de nuestros templos en agradecimiento a la Santísima Trinidad, como expresión del júbilo que nos embarga y de la  esperanza que nos anima, porque Dios ha mirado con amor a nuestro pueblo; y clamemos al Padre celestial por nuestra salud física, social y espiritual y la de todos los pueblos. Amén(nn.20-21).

Esta misma alegría la vivimos en la segunda eucaristía en el Templo Parroquial, con un pequeño grupo de feligreses que me acompañaron  para contemplar a Jesús a través de sus llagas. Jesús nos enseña con sus llagas gloriosas que no debo tener miedo a las heridas. Que el sufrimiento es la manifestación más sublime del amor. Y que las heridas del amor no hay por qué esconderlas. Y también nos enseña que para vivir como resucitado debo vivir como crucificado.

En la Eucaristía oramos por muchas personas que nos piden les encomendemos, por los enfermos, los que padecen de distintos modos y por todos nuestros difuntos, particularmente los fallecidos a causa del Covid.

Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia” (Sal. 117).

Después de la Santa Misa, un ambiente con conversación de la celebración, de la situación presente, para luego sentarnos a compartir el almuerzo preparado entre varios de los que asistieron. Un momento ameno, de alegría, de chiste, de sonreír.

Luego la sobremesa, en medio de una Imagen del Dr. José Gregorio Hernández, donde siguió conversación.

Antes del las tres (3) pm se tocó la campana y se lanzaron algunos cohetes para avisar que a las 3:00 pm se iba a rezar la Coronilla para que todos, desde sus hogares se unieran a la oración. Después la Coronilla un rato de silencio, que siempre es beneficioso, para agradecer mucho a Dios y por su bondad y Misericordia.

 

Experiencia de los que acompañaron en esta celebración.

 

Roberto Milano:

Dios hace nueva todas las cosas y una celebración no se parece a otra, nuestro sacerdote siempre nos dice déjense sorprender por Dios y esta además de especial tuvo el ingrediente que aún en esta situación nos unimos en una sola Alma para suplicar a Dios por su misericordia, y aunque no estábamos ni cerca del aforo permitido sentí a la iglesia universal presente e imagine a la corte Celestial presente con todo su poder y amor, y en momentos de la  misericordia un solo sentir pidiendo fortaleza para seguir proclamando el evangelio y la buena noticia de Jesús Verdaderamente Resucitado

 

Arianny Arends de Millán

Asistir a la Misa es una aventura celestial porque voy a ese encuentro con mi hermoso, "el Señor"  compartir la mesa, momentos de oración, es  una mezcla fabulosa, un vivir, un sentir, en  una sola palabra:  "Fraternidad" .

 

Aleida Franco de Montes

Antes de la misa reencontrarme con mi Dios y mis hermanos, en nuestro templo escuchar y experimentar la palabra en la homilía la cual me llena de gozo mas en estos momentos por los que estoy pasando. El compartir el almuerzo me encanto por cada experiencia y ocurrencias de cada uno muy bueno….

En conclusión me agrado el día de hoy Dios permita que podamos repetirlo...


Ledys Córdoba

Me pareció un compartir ameno, y muy agradable, que inició con la celebración de la Eucaristía, seguido de un Rico Almuerzo, con Postre y todo, cabe destacar, que valió la espera, donde la conversación, chistes, y anécdotas se hicieron presentes. Luego la coronilla de la Divina Misericordia, acompañado de un pequeño silencio, y para culminar una Merienda, donde no faltaron los cuentos y las risas. Todo, muy bueno.

 

Arelis Prieto

Asistir a la misa siempre es una experiencia maravillosa, hoy en particular el Evangelio nos invita  a no ser incrédulos  y que debemos crecer en la Fe. La homilía nos recuerda que en cada eucaristía se abre el cielo con bendiciones que debemos caer en cuenta que es la oportunidad para agradecer y pedir al Señor por nuestras intensiones.

Es propicia la ocasión para dar  gracias a Dios por permitir que nos reunamos en su nombre. Él Feliz acepta nuestras suplicas y que bueno que siempre estemos unidos en oración.

 

José González

Hoy me levanté con  buen ánimo por la invitación y realmente, fue un maravilloso encuentro con nuestro Señor. Su homilía me hizo reflexionar y agrandar más mi Fe. El compartir con mis hermanos en Cristo fue muy ameno, un momentos de convivencia y fraternidad

 

Rosslyn Coronel

Hoy fue un día especial y así me sentí, especial! Sentí que iba a un gran evento, por lo que me preparé para ello ya que iba a compartir con mi comunidad aunque sabía que éramos pocos los escogidos debido a la pandemia y sentí también que no lo merecía con tantas personas que son constantes en la iglesia, estaba ansiosa porque a pesar de lo programado no sabía que otra actividad haría.

Al llegar a la casa De Dios mi casa la casa de todos, como siempre al entrar sentí mucha paz y gozo.

Luego de saludar me fui de inmediato a agradecer a nuestro Padre por su gran misericordia para conmigo y más al permitirme el honor de leer su palabra en la Santa Misa, y después escuchar al padre Williams y entender por medio de él a través del evangelio del día lo que nuestro Padre nos regala cada día para seguirlo amarlo y alabarlo culminando con lo más importante, la eucaristía, la cual yo no puedo recibir sino  espiritualmente junto con el canto del Alma de Cristo que me llena de su amor infinito.

Terminada la Misa nos fuimos todos a la casa parroquial para preparar todo para el almuerzo, fue muy agradable compartir, conversar, intercambiar opiniones, reír con personas que sabemos q a pesar de nuestros problemas personales y País hay tiempo para todo agradeciendo siempre a Dios por todo, porque el es fiel nos ama a pesar d nuestros pecados.

Al final hicimos  la coronilla de la misericordia, antes sonaron las campanas con tanta fuerza y ánimo de parte de Kamila, que me dio  como fuerza, energía y al escucharlas es como un llamado que nos hace el Sr a seguirlo, luego compartimos la alegría y nuestro gozo con fotos en el recinto con mis hermanos de fe.

Hoy solo puedo dar gracias a Dios por darme esa alegría de estar y de ser parte de él y su iglesia, gracias a todos por permitirme ser una discípula más cómo me dijo la compañera Maryori, gracias a todos por su compañerismo, y gracias porque reí mucho y eso m alegra el espíritu, hay que reír siempre.

Dios les bendiga.!!!

 

Maryuri Colina

Desde el mismo momento de haber recibido la invitación, fue  gratificante saber que sería partícipe de la Gran Fiesta, lastimosamente No todos podían estar presente (por las razón del Covid a nivel mundial) y aún así Dios quiso que estuviera presente!! Por ello debía saber aprovechar ése momento, ¿cómo?

PRIMERO QUE NADA DARLE GRACIAS, GRACIAS INFINITAS,  POR ABSOLUTAMENTE TODO LO QUE HA HECHO POR MÍ (MI FAMILIA, MIS HIJOS, MI TRABAJO, MI SALUD Y MI VIDA!!! ),  QUE AUN CON MIS MISERIAS E IMPERFECCIONES,  ÉL VÉ MÁS ALLÁ, VE MI CORAZÓN,  Y AÚN ASI NO ME PIDE NADA HA CAMBIO.

El gesto del almuerzo juntos, también tuvo relevancia, por el hecho de compartir todos en la misma mesa, entre risas y charlas jajaja, que sabroso!! es una manera de convivencia sana, cómo la vivió Jesús con sus apóstoles.

No hay motivos para  compartir del mismo modo aquí en la casa, todos sentados en la misma mesa.

El gesto del rezo de la Coronilla, fue otro regalo, apreciado por cierto, fueron 10 minutos de Gracia. Para reflexionar, porque  Dios Se conforma con tan poquito de mi tiempo, no solo para enseñarme a orar y pedirle misericordia por mí también para aquellos que lo necesitan. Sé que estoy en pañales y necesito más y más de Dios, para dar testimonio con mi vida. He aprendido a darle valor al misterio y regalo de la celebración de la santa misa. Y de paso... Dios me confirma con su Amor, que no estoy sola, que puedo confiar plenamente en Él, también tengo quien interceda por mí, Santa María, todos los Santos y Santas y a su vez a toda la corte celestial.

 

Gregoria Chirinos

Fue una experiencia muy bonita, me sentí  muy llena del  espíritu Santo Y como decía la lectura, tenemos llenarnos de esa paz espiritual y apartar el miedo y siempre creer en Él sin haberlo visto, y siempre ser misericordioso como Él.

Hablando del compartir, es un excelente grupo

 

Kamila Brand

Estar en el templo para mí siempre será uno de los mejores lugares donde pasar el tiempo; compartir con las personas (desde su esencia y personalidad) que dentro de él hacen vida son momentos que atesoro en mi corazón.

La verdad no pensé pasar una mañana y parte de mi tarde tan distinta y amena, desde cada uno de los momentos como lo pasé hoy. Una persona muy especial para mí siempre me repite con palabras del Papa "déjate sorprender" y dejando que esas palabras cumplieran su efecto hoy, me he llevado un hermoso día dejándome sorprender por cada acontecimiento. Me encanta que dentro de nosotros puedan haber espacios donde compartimos, reímos, crecemos y pasamos un rato totalmente agradable. Compartir el pan de la Palabra y el pan de la mesa fue algo que me hizo sentir realmente en familia... Que a ejemplo del Señor seamos siempre Misericordiosos con el prójimo y así como los discípulos estuvieron alegres por ver y estar con el Señor y se lo comunicaron a Tomás, seamos también nosotros comunicadores de buenas noticias y de las maravillas del Señor