27 de enero de 2014

AÑO JUBILAR DE LA JUVENTUD VENEZOLANA: ENERO 2014 - FEBRERO 2015

AÑO JUBILAR DE LA JUVENTUD VENEZOLANA
ENERO 2014 – FEBRERO 2015


Nuestros Obispos Venezolanos han decretado un AÑO JUBILAR DE LA JUVENTUD que hemos iniciado el día 14 de enero, festividad de la Divina Pastora y que culminará el 12 de febrero del año 2015.
Con este Año Jubilar juvenil se quiere profundizar en su compromiso de animar a los jóvenes a un mayor compromiso con Jesucristo, acompañarlos en su vida de fe, ayudarlos en su discernimiento vocacional y motivarlos a trabajar con los más necesitados. Quiere invitarlos, una vez más, a ser discípulos misioneros de Jesucristo que lleven, con creatividad y valentía, su experiencia cristiana a otros jóvenes.
Para ello, hemos de servirnos de materiales como el Concilio Plenario de Venezuela, especialmente, Jesucristo Buena noticia para los jóvenes (Documento conciliar n° 5); Aparecida; los mensajes de las diferentes JMJ; Catequesis, etc., de modo que nuestros jóvenes vuelvan la mirada a las Palabras del Señor que los necesita, que abran y escuchen en su corazón qué les dice el Señor. Viendo, aquello que decía el Papa Francisco, tres cosa importantes el campo donde se siembra, el lugar de entrenamiento y la construcción. Que no se olviden (nuestros jóvenes): son el campo de la fe; atletas de Cristo, constructores de una Iglesia más hermosa, un mundo mejor, una Venezuela Mejor.
Pero también es necesario que, como Pastores, aprovechemos este año especial para acercarnos más a nuestros jóvenes, acompañándolos en sus inquietudes, ofreciéndoles espacio de manera que crezcan en su cercanía al Señor. Se hace necesario que nuestra haya disponibilidad para escucharlos.
Nuestro compromiso, como sacerdotes, pastores de una comunidad, servidores y administradores de los bienes de Dios, es ayudarles a que arda en su corazón el deseo de ser discípulos misioneros de Jesús. Que vean en nosotros sacerdotes que rezan, que trabajan, alegres, disponibles.
¿Qué esperan los jóvenes de nosotros como sacerdotes? Necesidad de guías fuertes, sólidos en su vocación y en su identidad. Los jóvenes esperan de nosotros poder aprender a ser cristianos para vivir la armonía y unidad en la familia. Donde hay un SACERDOTE APASIONADO la comunidad florece. La fe no ha perdido atractivo, pero es necesario que existan personas que la muestren como una elección seria, sensata y creíble. Eso esperan de nosotros.
Que no seamos sacerdotes que han perdido confianza en el ministerio, en el carisma y la cultura. Los jóvenes esperan de nosotros: coraje de ser nosotros mismos, no dejándonos invadir por el consumismo que el mundo nos presenta. Se hace también necesario salir de nuestras comodidades e interés personal pensando más en los fieles: niños, jóvenes y adultos. Pero “el sacerdote que sale poco de sí, que unge poco SE PIERDE LO MEJOR DE NUESTRO PUEBLO (…). El que no sale de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en gestor. (…) De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes, SACERDOTES TRISTES. (…) esto os pido, nos decía el Papa Francisco: sed pastores con «olor a oveja», que eso se note—; en vez de ser pastores en medio al propio rebaño, y pescadores de hombres. (…) Es bueno que la realidad misma nos lleve a ir allí donde lo que somos por gracia se muestra claramente como pura gracia, en ese mar del mundo actual donde sólo vale la unción —y no la función— y resultan fecundas las redes echadas únicamente en el nombre de Aquel de quien nos hemos fiado: Jesús”.
Que no temamos en ser SACERDOTES, porque allí donde seamos auténticamente sacerdotes, allí donde propongamos sin miedo la verdad de la fe, allí donde no tengamos miedo de enseñar a los fieles, especialmente a los jóvenes, a rezar... seguirán aún más al Señor y darán mayor respuesta.
Este año jubilar, si bien es ofrecido para nuestros jóvenes, también es la oportunidad para que nosotros nos renovemos, particularmente, renovemos nuestra alma. Todo lo que hagamos en provecho de nuestro jóvenes, pensando, sólo Dios nos lo recompensará. Bien nos decía el Papa Francisco: “No escatimemos esfuerzos en la formación de los jóvenes…Ayudemos a nuestros jóvenes a redescubrir el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente por Dios, que ha dado a su Hijo Jesús por nuestra salvación. Eduquémoslos a la misión, a salir, a ponerse en marcha


Pbro. Williams Campos

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