10 de junio de 2015

««¿QUÉ SIGNIFICA PARA UN SACERDOTE Y PARA UNA PERSONA CONSAGRADA SERVIR AL REBAÑO DE DIOS?

««¿Qué significa para un sacerdote y para una persona  consagrada servir al rebaño de Dios? 
Pienso que significa:
-  Realizar la pastoral de la esperanza,
-  Cuidando las ovejas que están en el redil, pero también
-  Yendo, saliendo en la búsqueda de cuantos esperan la Buena Noticia y no saben hallar o reencontrar solos el camino que conduce a Jesús. Encontrar a la gente allí donde vive, incluso aquella parte del rebaño que está fuera del redil, lejos, en ocasiones sin conocer aún a Jesucristo.
-  Cuidar la formación de los católicos en la fe y en la vida cristiana.
-  Animar los fieles laicos a ser protagonistas de la misión evangelizadora de la Iglesia.

Por tanto, los exhorto a formar comunidades católicas abiertas y “en salida”, capaces de acogida y de encuentro, y que den testimonio con valentía del Evangelio.

El sacerdote, el consagrado está llamado a:
-   Vivir las inquietudes y las esperanzas de su gente;
- Actuar en los contextos concretos de su tiempo, con frecuencia caracterizado de tensión, discordia, desconfianza, precariedad y pobreza.

Ante las situaciones más dolorosas, pidamos a Dios un corazón que sepa conmoverse, capacidad de empatía; no hay mejor testimonio que estar cerca de las necesidades materiales y espirituales de los demás. Es nuestra tarea como obispos, sacerdotes y religiosos hacer sentir a las personas la cercanía de Dios, su mano que conforta y sana; acercase a las heridas y a las lágrimas de nuestro pueblo; no nos cansemos de abrir el corazón y de tender la mano a cuantos nos piden ayuda y a cuantos, quizás por pudor, no la piden, pero tienen gran necesidad. A este respecto, deseo expresar mi reconocimiento a las religiosas, por todo lo que hacen con generosidad y sobre todo por su presencia fiel y solícita.

Queridos sacerdotes, religiosos y religiosas, los animo a proseguir con alegría su servicio pastoral, cuya fecundidad viene de la fe y la gracia, pero también del testimonio de una vida humilde y despegada de los intereses del mundo. No caigan, por favor, en la tentación de formar una especie de elite cerrada en sí misma. El generoso y transparente testimonio sacerdotal y religioso constituyen un ejemplo y un estímulo para los seminaristas y para cuantos el Señor llama a servirlo. Estando al lado de los jóvenes, invitándolos a compartir experiencias de servicio y de oración, los ayudáis a descubrir el amor de Cristo y a abrirse a la llamada del Señor. Que los fieles laicos puedan ver en ustedes aquel amor fiel y generoso que Cristo ha dejado como testamento a sus discípulos.»» 

(Papa Francisco,Discurso ante los sacerdotes y Religiosos”, Sarajevo, 6 de junio de 2015).

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