Hemos celebrado la Santa Misa en la Parroquia San José, la Catedral, en el marco de la Novena en Honor al Patrono de Nuestra Diócesis y de la Iglesia Universal.
En el cuarto domingo de Cuaresma, con la invitación del Señor a que estemos siempre alegres. Alegría llena de serenidad viviendo la vida, tratando de vivir, con sentido pleno para no caer en lo superficial.
Ante la llamada del Señor a que seamos sinceros, fieles, viviendo en la luz y acercándonos a la luz que es Él mismo
En San José vemos un excelso modelo, pues él supo cuidar los tesoros más preciados: Jesús y María. Nosotros, como san José, debemos también custodiar la fe recibida, la vida, la vida de la Iglesia.
San José defendió, protegió y cuidó de Jesús y María...nosotros también queremos custodiar la iglesia, amándola cada día, caminando en ella y con ella.
Bienaventurado San José guiános en el camino diario en esta porción donde nos quiere el Señor; concédenos gracia y valentía para vivir más unido a Jesús y defiéndonos, como lo hiciste con Jesús y María, de todo mal.
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