Ayer domingo 31 de marzo, IV del tiempo de Cuaresma, donde veíamos a un padre maravilloso y lleno de misericordia con sus hijos (Lc. 15, 1-3.12-32); Padre bueno que nos ha creado por amor, nos ha hecho libre y respeta nuestra decisiones aunque éstas impliquen el abandono de la casa partena y de vivir como si el Padre no existiera; que pedir la herencia era matarlo en el corazón y rechazar su amor.
Dios que es un Padre que comprende y entiende las acciones de sus hijos, a pesar de que lo dan por muerto, permanece vivo y ya la espera de que sus hijos vuelvan, sin quejas, sin venganzas, sin resentimientos.
Dios Padre que es capaz de que acoger, abrazar, llenar de besos y hacer una gran fiesta.
Dios Padre que no humilla al hijo arrepentido, lo acoge con misericordia.
Dios Padre que tiene hijos mayores de vida aparentemente correcta y ordenada, pero de corazón duro y resentido. Hijos capaces de humillar al Padre por su corazón generoso y despreciar a los hermanos menores.
Dios Padre que enseña a a acoger y amar a los menores pues su mayor deseo es ver a sus hijos sentados en la misma mesa, compartiendo por encima de entrenamientos, odios y condenas.
El hijo pródigo está representando a nuestra sociedad, caprichosa e independiente, que intenta crearse un futuro sin Dios. El hombre se perfecciona y se realiza como hombre haciendo el bien moral libremente (obediencia, capacidad para conocer la verdad, ser fiel a ella); la desobediencia lo encierra en la esclavitud y lo hace ciego a la verdad.
Nuestra Venezuela vive la mayor tragedia nunca ocurrida en nuestra nación. Algunos feligreses, comentan, que algunas personas salieron del templo casi endemoniados porque el padrecito decía que el socialismo es una ideología nefasta, del odio y la miseria, tiránica, opresora, dictatorial, destructiva.
Eso es querer vivir en la tristeza que se opone a la verdadera alegría. Y este domingo IV tambien era un domingo de alegría. Huir es negar enfrentarse a la verdad.
Decir que los apagones es signo de la opacidad en la defensa del pueblo que sufre...es Verdad.
Que el usurpador se comporta como Nerón (quien culpó a los cristianos del incendio de Roma alejando sospechas) y Starlin (que buscaba culpable a quienes colgaba o torturaba) negando su culpabilidad en los desastres del país. Es verdad.
País sin agua, sin electricidad, sin medicinas basicas, sin alimentos más elementales; un país entregado a las fuerzas del mal, donde los medios de comunicación social son perseguidos o censurados; un hundido en la miseria, pisoteado en su dignidad porque al socialismo, en todas sus facetas, no tiene ni el mínimo deseo de humanidad es todo lo contrario INHUMANO.
Al demonio, y sus ecuasez, no le gusta la verdad que es luz, por eso son de la mentira que es oscuridad.
En nuestra Venezuela dominada por la mentira, la búsqueda de la verdad se paga con el sufrimiento. Pero este sufrimiento tendrá un sentido al caer esta plaga mortífera del socialismo.
La ESPERANZA no se arranca del corazón aún y a pesar de la fuerza bruta que emplea el Tirano.
Ánimo, hermanos... sigamos luchando: Fuera el usurpador, fuera los militarillos cubanos, por un ejército y unas fuerzas armadas nobles, no de esos muñecos llenos de tatus porque nunca han sabido ni defender el país ni mucho han ido a una misión.
Por una educación de calidad, pues el socialismo es retraso, condena.
Por trabajos de excelencia, que produzcan...No esas cuerdas de flojos mantenidos que no saben ni agarrar un cepillo para barrer.
Por una mejor Venezuela llena de oportunidades para TODOS (y no para un grupito) de desarrollo, crecimiento, urbanidad, alimentos y medicamentos.
Por una Venezuela llena de Dios, de bien, Justicia y paz.
No dejemos que nadie nos robe la luz de nuestra alma y nuestra alegría
No nos quedemos callado ante tanta maldad.
No nos acostumbres a esta situación ni seamos pasivos.
Ánimo. Si se puede tener un mejor país democrático y libre.
Dios los bendiga.
Dios te bendiga Venezuela.
P. Williams Campos.
La parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización.
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